el cairo. Los dos grandes poderes fácticos del Egipto actual, los Hermanos Musulmanes-ideología islamista- y el Ejército, medirán sus fuerzas en la segunda vuelta de las presidenciales si, como apuntan todos los indicios, se confirma que Mohamed Mursi y Ahmed Shafiq han sido los candidatos más votados.

La cofradía islamista anunció ayer que Mursi -que llegó a la carrera presidencial de rebote tras ser descalificado el número dos del grupo, Jairat al Shater- fue el candidato más respaldado, con el 25% de los votos escrutado según sus datos y los de medios egipcios. Como contrincante se perfila el polémico general retirado Shafiq, último primer ministro de Hosni Mubarak, que fue designado por el "rais" en medio de la revolución como una de sus últimas bazas antes de verse obligado a renunciar en febrero de 2011. De pronto, como si no hubieran mediado quince meses y una revolución, los egipcios parecen reeditar el viejo contencioso entre el antiguo régimen mubarakista y los Hermanos Musulmanes, con la gran diferencia de que esta vez el duelo se resolverá en las urnas.