Vitoria. El eco de la llamada al diálogo para abordar el desarme y la desmilitarización de Euskadi que ETA transmitió la semana pasada al Gabinete Rajoy por boca de la Comisión Internacional de Verificación de su alto el fuego sigue resonando en la escena vasca. Y ayer fue Lokarri, la asociación pacifista que impulsa el trabajo de estos expertos internacionales en su intento de facilitar la consolidación de la paz en Euskadi, la que hizo oír su templada voz.
Desde los micrófonos de la SER, su coordinador, Paúl Ríos, lamentó la estrategia que a su juicio revela la respuesta que dio Interior a esta nueva llamada a abordar el diálogo técnico pendiente; la que le llevó a cuestionar el carácter definitivo del adiós de ETA y dar por "probable" que vuelva a atentar si no logra "réditos políticos" en las urnas.
Ante la duda, contacto directo Ríos lamentó que el Gabinete Rajoy esté demostrando con declaraciones como éstas que "no ha entendido la gran oportunidad que representa esta nueva situación para la sociedad vasca, para la convivencia y para el futuro". Y por eso, apuntó, lanza estas "alertas": sólo para "mantener una situación de tensión" que le permita "poner en duda la decisión de ETA y usarlo como excusa para justificar su absoluta falta de movimientos".
"Un proceso de desarme y disolución requiere de un proceso técnico y de contactos entre el Gobierno y ETA para determinar cómo se hace ese desarme", reiteró. Y si efectivamente duda "de que puede haber riesgo de vuelta atrás" lo mejor, insistió, "es que inicie contactos con ETA para tener las garantías de que es el final definitivo" de primera mano, ya que por terceros y visto que la organización lleva ya "más de 18 meses" sin atentar, "ha quedado claro es que ETA ha renunciado al uso de la violencia" y que sus intenciones son por fin reales.
Por todo ello, aunque descartó que se puedan estar dando "contactos" entre ETA y el Gobierno, le instó a abrir "algún canal" desde el que desarrollar "un proceso técnico".
La AVT se reencuentra con Interior Pero Lokarri no fue la única que ayer se pronunció sobre las dudas arrojadas por Interior sobre las intenciones de ETA. Desde la AVT, que no ocultó su enfado tras conocer el Plan de Reinserción del Gabinete Rajoy, su presidenta recuperó la sintonía con el Ejecutivo al hacer suya la prolongación de la sombra de la duda: "No creo que sea el cese definitivo de la violencia", dijo su presidenta Ángeles Pedraza, que también rechazó a los verificadores y aplaudió que el Gobierno rechace todo diálogo que no pase por la disolución de ETA.