BILBAO. En declaraciones a los medios, Bilbao ha indicado que "estamos recordando en estos momentos el 75 aniversario de los bombardeos masivos sobre población civil en al guerra del 36" y ha precisado que, "de lo que estamos hablando desde todas las partes es que no podemos perder la memoria de lo que ocurrió, no hablamos de odio, sino de recuerdo, para que aquellas barbaridades que ocurrieron aquí no vuelvan a suceder nunca más, ni aquí ni en ningún otro sitio".

Sin embargo, ha lamentado que, "mientras estamos en este discurso, en esta reflexión y en este recordatorio, tenemos que sufrir la humillación de ver una maniobras del ejército español precisamente en Elgeta, en el 75 aniversario de la ocupación del ejército fascista"

Bilbao ha recordado que el tuvo "el honor" de conocer a "una persona ilustre como que fue el comandante Beldarrain, quien estaba al mando de la parte de ejército vasco que estuvo en el frente de Elgeta, durante mucho tiempo aguantando el embate de las tropas fascistas".

Según ha recordado, "cuando ya no podían aguantar más en aquellas posiciones, se retiraron al cinturón de hierro de Bilbao y es entonces cuando las tropas fascistas entraron en Elgeta, donde se produjeron una serie de hechos que no sé si se produjeron en algún otro sitio durante la guerra, como fueron los fusilamientos indiscriminados e, incluso, la violación de muchas mujeres en Elgeta".

Por ello, ha insistido en que este tipo de actuaciones "que alguien ha programado y no de una manera inocente, en este momento, cuando estamos hablando de cerrar heridas del pasado, de no perder la memoria, de hacerlo sin odio, sin revanchismo, sin afán de venganza por ningún sitio, son una falta de respeto, un insulto y una provocación".

En ese sentido, ha señalado que "si algo no necesita este país que quiere entrar en un proceso de normalización política y de pacificación definitiva cerrando viejas heridas, es este tipo de actos que lo que hacen es abrir heridas que creíamos que estaban cerradas".

Tras insistir en que las maniobras militares de este pasado martes son "un acto de provocación y de humillación totalmente fuera de contexto", ha dicho que "alguien debería, en el ámbito político, exigir responsabilidades a los mandos que hayan programado semejante actuación y ejercicios prácticos", porque, "para quienes somos los herederos de quienes perdimos la guerra, estos actos son una humillación".

RESPONSABILIDADES

A su juicio, "habría que pedir responsabilidades en la cadena de mando del ejército a aquellos que han programado estas maniobras en ese sitio y en esta fecha concreta".

"El Gobierno español, que es de quien depende el ejército, debería abrir una investigación para saber cómo se ha producido esto y debería depurar las responsabilidades en la cadena de mando por la decisión que se ha tomado, porque esto es una provocación, una humillación y es reabrir heridas que entendíamos que estaban cerradas", ha concluido.