Madrid. El rey se recuperaba ayer satisfactoriamente, e incluso caminaba ayudado por muletas, tras la operación de cadera a la que fue sometido en la madrugada del sábado en un hospital madrileño donde ayer recibió la visita del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y de los príncipes de Asturias.
Tanto el presidente como el príncipe aseguraron haber visto bien a Don Juan Carlos, que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en la cadera debido a las fracturas sufridas en una caída accidental en Botsuana.
Según el parte médico facilitado ayer por el hospital San José, el jefe del Estado presenta una evolución "plenamente satisfactoria", flexiona la pierna 90 grados "con facilidad y sin dolor" y camina "con total autonomía, ayudándose de dos muletas".
Durante la noche, su evolución "ha sido muy positiva" e incluso ha podido descansar sin necesidad de analgesia, añadía el parte, firmado por el doctor Ángel Villamor, que dirigió la operación, y por el jefe del servicio médico de la Casa del Rey, Avelino Barros.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, acudió ayer por la mañana al hospital para ver al rey, al que encontró "muy animado" y "con muchas ganas de recuperarse" para volver pronto a sus actividades, según dijo a la salida de la clínica.
Dado que los médicos prevén que el paciente sólo permanecerá cuatro o cinco días hospitalizado, su primer despacho con Rajoy tendrá lugar el próximo viernes en el Palacio de la Moncloa, a requerimiento del propio monarca, anunció el presidente. "Estoy contento de cómo le he visto, está muy animado y pronto estará plenamente recuperado para volver a su actividad habitual", confesó Mariano Rajoy, quien había sido informado por el rey de su viaje a Botsuana para practicar la caza mayor. Su desplazamiento impidió que el lunes pasado ambos pudieran celebrar el habitual despacho semanal, puesto que el monarca ya estaba en África.
El gobierno, informado Fuentes de la Casa del Rey explicaron que el jefe del Estado siempre informa previamente al Gobierno de sus viajes privados y así hizo saber a Rajoy que esta semana estaría fuera de España. Por la tarde, Don Juan Carlos recibió en su habitación del hospital la visita del príncipe de Asturias, acompañado de la princesa Letizia y de sus hijas Leonor y Sofía. A su salida del hospital, donde permanecieron una hora, el príncipe comentó que el rey se encuentra "muy bien".
El heredero de la Corona, que ya había acompañado ayer por la tarde a su padre durante una hora, respondió con un escueto "muy bien, gracias" a los periodistas interesados por saber cómo estaba el rey.
Entre tanto, las circunstancias del viaje en el que el rey se accidentó siguen suscitando declaraciones políticas, como las del secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, quien cree llegado el momento en que el monarca elija entre sus responsabilidades públicas y la abdicación. Se trata, dijo, de optar "entre las obligaciones y las servidumbres de las responsabilidades públicas y una abdicación que le permita disfrutar de una vida diferente".
Desde la dirección del PSOE, su vicesecretaria general, Elena Valenciano, recordó que los socialistas no comentan nunca la agenda privada del rey, ni cuando les gusta ni cuando no les gusta, y por eso no ha querido opinar sobre el accidente.