ERANDIO. El consejero de Interior Rodolfo Ares convocó ayer al mediodía a los medios de comunicación para asegurar que el Gobierno Vasco mantenía todas las hipótesis abiertas sobre el fallecimiento de Iñigo Cabacas. En ese abanico de posibilidades también incluyó la versión que han defendido los familiares y amigos del basauritarra de 28 años: que las lesiones que le costaron la vida fueron provocadas por una pelota de goma disparada por la Ertzaintza. Al filo de las seis de la tarde, la autopsia realizada al joven corroboraba esta tesis en su informe preliminar al concluir que las heridas que le causaron la muerte fueron ocasionadas por el impacto de una de las pelotas de goma que utiliza la policía vasca como material antidisturbios.

A falta de concretar los detalles de la autopsia y establecer la distancia a la que el joven recibió el disparo -testigos de los hechos aseguran que fue a menos de veinte metros-, el consejero de Interior esbozó ayer la cronología de los hechos que desencadenaron el fallecimiento de Iñigo Cabacas. Según la versión del Gobierno Vasco, cuarenta y cinco minutos después de que finalizara el encuentro entre el Athletic y el Schalke 04 alemán, a las 23.27 horas del pasado jueves, los servicios de emergencia recibieron una llamada solicitando la presencia de la Er-tzaintza en el callejón de la calle María Díaz de Haro. Según el consejero, un grupo de "violentos" estaba protagonizando una agresión que posteriormente se saldó con dos heridos. Uno de ellos tenía el pómulo roto, mientras que el segundo había recibido un botellazo en la cabeza. Ambos salieron por su propio pie y fueron localizados más tarde en Balmaseda, donde presentaron las correspondientes denuncias por agresión.

La primera patrulla que se personó en el lugar pidió refuerzos nada más llegar, por lo que de inmediato se presentaron dos furgones de la Ertzaintza que, según Ares, fueron recibidos con el lanzamiento de botellas y otros objetos. "Hay un nivel alto de agresión contra los agentes, lo que les obliga a protegerse tras la furgonetas y reclamar nuevamente refuerzos". Tras pedir refuerzos por segunda vez, los agentes procedieron a realizar una "primera salva" contra los "violentos" para tratar de llegar a los dos heridos, y fue en ese momento cuando se emplearon materiales antidisturbios. Entre ellos, bolas de goma.

Unos minutos después, a las 23.41 horas concretamente, otra llamada a los servicios de emergencia alertaba de que una persona se encontraba inconsciente tendida en el suelo y de que sangraba abundantemente. Según relató ayer el consejero de Interior, la policía vasca tardó siete minutos en despejar la zona para que los servicios médicos pudieran atender al herido. Se trataba de Iñigo Cabacas Liceranzu, que falleció el lunes a consecuencia de una fractura craneal provocada, según el informe preliminar de la autopsia, por un pelotazo de goma. Desde el Gobierno Vasco aseguraron que nunca han descartado esta hipótesis, pero que no podían cerrar la puerta a otras teorías porque, por ejemplo, la policía vasca encontró una porra extensible y otros objetos en el lugar donde falleció el joven.

Ares, que eludió concretar si presentaría su dimisión en caso de que se confirmara que Iñigo falleció a causa de un pelotazo de la Er-tzaintza -como así ha sido-, recordó que la zona donde se produjeron los incidentes es especialmente conflictiva. En ese mismo lugar se registraron también el pasado mes de febrero varias agresiones a hinchas del Lokomotiv ruso. En cualquier caso, el consejero de Interior sostuvo que "la investigación interna llegará hasta el final y, si hubiera lugar, se depurarán responsabilidades", aunque eludió concretar hasta en dos ocasiones de qué forma se producirán las mismas.

reacciones Desde el fallecimiento del joven basauritarra las reacciones políticas de todos los colores no se han hecho esperar, pese a que tanto la familia como los amigos de Iñigo han reiterado que no quieren que este hecho adquiera un cariz político. Si el lunes Amaiur exigía la dimisión de Ares al entender que era el responsable político de este trágico suceso, el consejero de Interior respondía ayer a la coalición formada por la izquierda abertzale, EA, Aralar y Alternatiba que no iba a entrar en cuestiones de "carroñerismo" político. "No voy a responder ni a valorar ejemplos tan claros de carroñerismo político de nadie y, por supuesto, menos de aquellos que han dado cobertura y apoyo a la violencia en este país durante mucho tiempo y que han justificado los ataques violentos a la Ertzaintza".

En esta línea se pronunció también el portavoz de los socialistas vascos José Antonio Pastor, quien afeó a la antigua Batasuna su afán de politizar la muerte de Iñigo Cabacas. "El mundo de Batasuna está tratando de apropiarse del dolor de una familia para hacer política de la manera más mezquina", criticó. El lehendakari Patxi López también quiso sumarse a las muestras de solidaridad que está recibiendo la familia en los últimos días. "Resulta lamentable que la celebración de un éxito deportivo quede oscurecida por un suceso tan lastimoso como el que ha costado la vida a Iñigo", dijo.

Desde los sindicatos ELA y LAB, por su parte, exigieron a los responsables políticos de la Ertzaintza que presenten su dimisión o sean cesados dada la gravedad de lo ocurrido. "Se tiene que llegar hasta el final en la investigación con la consecuente exigencia de responsabilidades a todos los niveles, incluidas las responsabilidades políticas", explicaban desde ELA a través de una nota de prensa.

Desde la central que dirige Ainhoa Etxaide puntualizaron que el empleo de una "violencia desmedida" no sería un hecho aislado, sino una decisión, aseguran, que obedece a una "estrategia represiva contra la ciudadanía diseñada desde una oficina". Por ello, emplazan al responsable de Interior a presentar su dimisión como máximo responsable del Cuerpo: "Si tuviese un mínimo de dignidad, tendría que estar ya hace tiempo sobre la mesa, por esta muerte en concreto, pero también por su proceder cínico y manipulador durante todo su mandato". La familia de Iñigo, por su parte, agradeció las muestras de cariño y solidaridad recibidas.