Madrid. PP y PSOE abordarán en los próximos meses una nueva reforma de la ley electoral con el fin de aumentar la participación de los españoles residentes en el extranjero en los comicios generales y autonómicos, después del notable descenso que ha acarreado la introducción del llamado voto rogado.

La obligación de los censados en el exterior de comunicar personalmente su voluntad de ejercer el sufragio como paso previo a recibir las papeletas fue una medida que se incorporó a la ley a comienzos de 2011 para garantizar la identidad del elector y evitar manipulaciones. PP y PSOE se han replanteado la idoneidad del voto rogado a la vista de las quejas de los colectivos de emigrantes por lo complicado del procedimiento y de la alta abstención en los comicios celebrados en 2011.

El director del PP en el Exterior, Alfredo Prada, y la secretaria de Emigración del PSOE, Carmela Silva, han iniciado ya conversaciones para intercambiar ideas sobre cómo incentivar el sufragio de los inscritos en el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA).