vitoria. ¿Ezenarro, Basabe y Erostarbe están fuera de Aralar?
Ellos se han situado fuera del partido, pero no al votar favor de la ponencia en contra de la decisión de la Ejecutiva, sino cuando ante la prensa dicen que no ponen los cargos a disposición del partido.
¿Usted confiaba en que entregarán sus actas?
Nos debemos a nuestros votantes, pero el interprete último de sus intereses son el partido por el que nos hemos presentado. Se presentaron bajo las siglas, la ideología y militancia de Aralar.
Ayer se les había convocado a una reunión, pero ya habían dicho que están dispuestos a mantener ese encuentro pero más adelante.
Seguramente es la situación más límite que hemos vivido como partido. Decir a un partido que no solo no voy a reunirme, sino que será donde yo diga, puesto que hablaron del Parlamento, es echarle un pulso al partido. Si hay voluntad de hablar, sentémonos y hablemos, y ayer lo podíamos haber hecho, independientemente de que alguno no iba a poder estar.
La ponencia aprobada señala que será abierta. ¿Dónde está entonces el problema?
El texto inicial decía abierta y sin exclusiones. La cuestión es por qué no viene en el texto final lo de sin exclusiones. Entiendo la actuación del PSE y el PP, pero no entiendo por qué un parlamentario o parlamentaria de Aralar permite quitar a petición de ellos la palabra sin exclusiones. Por qué se les permite querer tener foros de diálogo con exclusiones. No es cuestión semántica. Todos sabemos para qué van a utilizar el PSE y el PP esta ponencia. En la negociación, en lugar de mantener los principios de Aralar, para alguien ha tenido más peso la firma del PP.
¿Estando usted o el parlamentario de EA, la izquierda abertzale, aunque sea de manera interpuesta, no iba a estar representada?
Yo represento a Aralar y Juanjo Agirrezabala a EA. Somos conscientes de que la otra sensibilidad de la izquierda abertzale no está en el Parlamento y mientras no se disuelva no estarán en él. Pero ante una ponencia para abordar las consecuencias del final de la violencia no entendemos que se tenga que hacer con exclusiones. Eso es lo que reprocho, que alguien de Aralar haya permitido eso. Que esos partidos decidan quiénes pueden estar o no.
¿La ponencia murió cuando el 8 de marzo Maribi Ugarteburu compareció en el Parlamento vasco y se posicionó en contra de ella?
Aquel día Aintzane pactó un texto en el que no solo no ponía que era abierta, sino que decía que la finalidad de la ponencia iba a ser la disolución incondicional de ETA. Una terminología que no es de Aralar y que Aintzane había aceptado. En la comida le dije que yo no iba a votar a favor. Zabaleta también le llamó para que retirara la ponencia y dijo que no. Lo hizo cuando a Basagoiti le entró vértigo y le pidió a Urkullu que le solicitara a Aintzane que pospusiera la votación, y entonces le hizo caso. En aquel momento Ain-tzane perdió la confianza de Aralar porque estaba dispuesta a firmar una ponencia renunciado a los principios de Aralar con tal de tener los votos del PSE y el PP.
Usted ha asegurado que el grupo Aralar ha funcionado bien, ¿en qué situación queda usted y quienes han sido sus compañeros estos tres últimos años?
Es un tema que a nivel personal es muy doloroso. Ellos han dicho que votaron en conciencia a favor de la ponencia, yo también voté en conciencia en contra. El problema es que lo que es una conciencia política ha traspasado al ámbito personal ¿Qué pasará? Tengo claro que sigo representado a Aralar y que tengo el respaldo de la Ejecutiva de mi partido. Sigo diciendo que esto se puede reconducir, pero pasa porque pongan sus cargos a disposición del partido.
¿Pero si están fuera del partido cómo se puede reconducir?
El partido político y los grupos parlamentarios son sujetos jurídicos diferentes. Que unas personas estén fuera de un partido político no les impide estar dentro de un grupo parlamentario. Ellos están fuera del partido Aralar, pero están dentro del grupo. Si yo no sigo dentro del grupo entiendo que no se pueden quedar con el nombre de Aralar. Podrían tener un grupo con el nombre de ellos. Si ponen los cargos a disposición del partido lo podríamos reconducir. Yo represento a Aralar, ellos sabrán si están dentro del grupo y si lo representan.
¿El verdadero problema no es que la izquierda abertzale oficial ha fagocitado a Aralar?
En el Congreso el 70% de la militancia decidió hacer una apuesta estratégica de unión de fuerzas independentistas y de izquierdas. Hay gente que no ha estado tanto en los focos mediáticos como Aintzane, pero sí día a día confrontando con la izquierda abertzale oficial y de una manera muy dura. Decir que nos hemos vuelto majaras o que tenemos el síndrome de Estocolmo es no conocer a Aralar. Sin lucha armada, hay que ser conscientes de que existe un espacio único y de izquierdas al que tenemos mucho que aportar.