Mogadiscio. El sueño de paz y normalidad volvió a quedar lejos ayer en Mogadiscio cuando una mujer se voló por los aires en el recién inaugurado Teatro Nacional de la capital de Somalia, causando la muerte de al menos siete personas, entre ellas la de dos dirigentes deportivos. El presidente del Comité Olímpico de Somalia, Aden Yabarow Wiish, y el presidente de la Federación de Fútbol de Somalia, Said Mohamed Nur, murieron en el atentado, que se atribuyó la milicia islamista Al Shabaab. El presidente del COI, Jacques Rogge, dijo en Lausana estar en estado de "shock" por las muertes de los dirigentes. "Ambos estaban comprometidos en mejorar las condiciones de vida de los somalíes a través del deporte, y condenamos fuertemente estos actos de barbarie. Nuestros pensamientos están con la comunidad deportiva somalí, que perdió a dos grandes líderes, y con las familias de las víctimas", aseguró el presidente del COI.

Por su parte, el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, coincidió con Rogge en las sensaciones que le generó el hecho. "Estoy 'shockeado' al haber sabido del ataque que se llevó la vida de varias personas en Mogadiscio", dijo el máximo responsable del fútbol mundial, que elogió a ambos dirigentes deportivos. "Los conocía a los dos personalmente y sólo puedo decir buenas cosas acerca de sus esfuerzos sin descanso por promover el deporte y el fútbol en sus países. Los extrañaremos dolorosamente". También el presidente de la Confederación Africana de Fútbol (CAF), Issa Hayatou, habló de "otra jornada negra para el fútbol africano" y dijo que el atentado era una "tragedia".

ante el primer ministro En el acto se conmemoraba el primera aniversario de la televisión nacional de Somalia. El primer ministro del país africano, Mohamed Abdullahi, también se encontraba en el teatro cuando explotó la bomba, pero resultó ileso. Por ahora, no queda claro si los islamistas querían matarlo a él o a otros políticos. Que el atentado haya ocurrido en un teatro reinaugurado el mes pasado tras haber permanecido 20 años en deshuso debido a la destrucción sufrida en la guerra civil es una señal de que las milicias Al Shabaab no piensan cejar en su lucha.

La posibilidad de poder ver espectáculos musicales y teatrales en el teatro era considerado una señal de que volvían la estabilidad y la seguridad al país. Poco después del estreno de la primera obra en marzo, un espectador había dicho que dos décadas de guerra civil ya eran suficientes. "Queremos tener una vida digna y no una guerra".

reivindicación de al shabab El jefe de la misión de paz de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) condenó duramente el atentado: "Una vez más los métodos de los terroristas demostraron que son enemigos de la paz y no conocen la cultura somalí", explicó el general Audace Nduwumunsi. "A través de sus ataques intentan destruir las esperanzas y sueños de la población somalí, pero fracasarán". Al Shabab lucha desde hace cinco años contra el gobierno de transición en Mogadiscio. En los últimos meses, la milicia estuvo bajo presión de las tropas de la UA, Kenia y Etiopía. De hecho, en agosto del año pasado fue expulsada de Mogadiscio y desde entonces ha intensificado su campaña de atentados y asesinatos.

La milicia fundamentalista islámica somalí Al Shabab se responsabilizó del atentado en el Teatro Nacional de Mogadiscio.

El portavoz militar de Al Shabab, Abdulaziz Abu Musab, dijo ayer a la emisora Al Andalus -controlada por la milicia- que "una brigada de mártires" llevó a cabo un "ataque sagrado", en el que una mujer suicida se inmoló en el auditorio. "Seguiremos con este tipo de ataques hasta que todas las fuerzas africanas abandonen Somalia", aseveró Musab.