vitoria. Independientes, pero complementarias. De esta forma se podrían definir las labores que lleva a cabo la Comisión Internacional de Verificación del alto al fuego en el País Vasco que estos días traslada sus primeras conclusiones sobre la situación de ETA a los diferentes agentes vascos y el Grupo Internacional de Contacto, que según ha podido saber DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, volverá a recalar en Euskadi el próximo miércoles para tratar de insuflar nuevos bríos al proceso que busca la desaparición definitiva de la violencia.

Como lamentaba hace apenas dos semanas Alberto Spektorowski -experto politólogo bregado entre otras en las negociaciones de paz palestino-israelíes de Camp David-, el proceso iniciado en el País Vasco "se encuentra estancado" a la espera de que el Gobierno que lidera Mariano Rajoy aterrice en él. Y por eso, después de que los verificadores compartan estos días su información con sus interlocutores en Euskadi, su labor se centrará en forjar una vía estable de comunicación con el PP desde la que lograr su participación en la construcción de este nuevo tiempo de paz.

mantener el impulso El GIC está conjurado a que este estancamiento no se cronifique y eche a perder la ilusión generada. Así lo subrayó en su última reunión, celebrada en Londres el pasado 5 de diciembre, cuando reclamó que "el impulso alcanzado durante e inmediatamente después de la Conferencia Internacional [de Paz de Aiete] debe ser mantenido".

Para lograrlo, los miembros de este grupo abanderado por el abogado sudafricano Brian Currin se comprometieron a esforzarse "para apoyar y facilitar las iniciativas destinadas a humanizar la situación actual y la promoción de una hoja de ruta" con la que los diferentes agentes en conflicto "puedan resolver sus diferencias". Esto vuelve a situar a los pasos en el reconocimiento de las víctimas y los cambios en la situación de los presos -tanto de puertas adentro de las prisiones, en lo que respecta al gobierno interno de las posturas del propio colectivo, como de puertas afuera, en los que atañen a la política penitenciaria que dibuje el Gabinete Rajoy- en el eje de su actuación inmediata, al ser todos elementos que podrían impulsar avances multilaterales.

"Sería importante que se dieran pasos con los presos" porque "no es algo como hablar con ETA" pero sí sería un primer gesto, y "a la larga el PP va a tener que llegar a estas conclusiones", reiteraba Spektorowski, que pasado el comprensible parón provocado por la pasada cita con las urnas de noviembre, buscará junto a sus compañeros "un encuentro o interlocutor con el Partido Popular para tener por lo menos la seguridad de que si la izquierda abertzale hace un paso X, sepamos que va a haber un paso Y por la otra parte".