Madrid. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, considera que su Ejecutivo ya ha subido "suficientemente los impuestos" y que se puede seguir reduciendo el déficit público "sin dar nuevos pasos en ese sentido", aunque apunta que "en la vida nada es para siempre". Rajoy respondió así al ser preguntado en la rueda de prensa que ofreció junto al presidente francés, Nicolas Sarkozy, por la posibilidad de que en los próximos Presupuestos Generales del Estado se incluya un nuevo incremento impositivo. "Creo que ya hemos subido suficientemente los impuestos; ahora, dicho esto, le digo que es perfectamente conciliable ir reduciendo el déficit publico con no hacer ninguna subida de impuestos más en los próximos meses; ahora, de la misma manera que le digo eso también tengo que decirle que en la vida nada es para siempre", dijo. "Si me dice ahora ¿qué es lo que le gustaría a usted? Bajarlos; no lo veo probable en los próximos meses, pero sí lo veo en el futuro", apostilló.
Según reconoció en su primera rueda de prensa como presidente, personalmente le costó mucho decidir la subida del IRPF porque no cree "en los impuestos elevados" y está convencido de que "el dinero está siempre mejor en manos de los contribuyentes", pero insistió en que "en la situación actual no había alternativa".
Explicaciones Se mostró "absolutamente convencido" de que a los votantes del PP no les ha gustado la subida y les reconoció que "tienen razón", pero recalcó que se trata de una "medida temporal", que estará vigente dos años, y que era necesaria porque "el Gobierno afrontaba una situación muy complicada". "La alternativa era no haber hecho absolutamente nada, dar un pésimo mensaje y no contribuir a resolver los problemas de España", subrayaba el jefe del Ejecutivo.
En este contexto, aseguró que tanto esa medida como el resto de iniciativas adoptadas hasta el momento por el Consejo de ministros y las que se seguirán tomando en las próximas semanas y meses contribuirán a que "el país se sitúe de nuevo en la senda del crecimiento" y permitirán "volver a bajar los impuestos". Ante las críticas de ocultar sus planes antes de las elecciones se defendió diciendo que "he demostrado que hay otra manera diferente de ganar elecciones, que es diciendo lo que uno piensa y lo que va a hacer". A su juicio, "no hay ningún español que no crea que el PP tiene como prioridad básica la reducción del déficit publico y la contención de la deuda".
Recordó además que el PP siempre ha hecho una apuesta "clara" por las reformas estructurales: se abstuvo en la reforma laboral que promovió el Gobierno socialista al considerar que "no era suficiente" y apoyó la reestructuración del sistema financiero porque, aunque se trataba de pasos "un poco tímidos, iban en la buena dirección".
Sarkozy avaló sus explicaciones y recordó, por ejemplo, que Rajoy votó a favor de la reforma constitucional que consagró la estabilidad presupuestaria a pesar de que podía suponer un riesgo. "¿Cómo se le puede reprochar a alguien que en la oposición tuvo el valor de votar a favor de una medida no popular, a unos meses de las elecciones, que su programa no era claro?", se preguntaba el presidente francés.