MADRID. El juez Baltasar Garzón ha llegado a las 10:13 horas al Tribunal Supremo, donde a partir de las diez y media será juzgado por ordenar grabar las conversaciones en prisión entre los imputados del "caso Gürtel" y sus abogados, en medio de una gran expectación mediática y escoltado por agentes de seguridad.
Garzón, para quien las acusaciones piden entre 10 y 17 años de inhabilitación por los delitos de prevaricación y violación de las garantías constitucionales, ha llegado acompañado de su abogado, Francisco Baena Bocanegra y varios miembros de la Fuerzas de Seguridad de la Audiencia Nacional.
El magistrado no ha querido hacer declaraciones a su entrada al tribunal, aunque ha sonreído ante los periodistas congregados y al escuchar los aplausos y gritos de ánimo de los simpatizantes concentrados a las puertas del TS.
Alrededor de las 09:50 horas han llegado a pie desde la Audiencia Nacional al Alto Tribunal un grupo de magistrados y fiscales, que han acudido para arropar a su compañero.
Entre ellos estaban la fiscal Dolores Delgado, los jueces de instrucción Fernando Andreu y Santiago Pedraz y los magistrados de la sala de lo penal Javier Martínez Lázaro, Ramón Sáez Valcárcel, Clara Bayarri y José Ricardo de Prada, estos últimos son los que firmaron el voto particular a favor de la competencia de Garzón para investigar los crímenes del franquismo.
Frente a las puertas del Supremo varias decenas de personas, convocadas por la plataforma "Solidarios con Garzón", se han concentrado para denunciar "la persecución política" al magistrado de la Audiencia Nacional, suspendido de sus funciones desde mayo de 2010.
El grupo de simpatizantes, encabezado por la actriz Pilar Bardem y el diputado de IU Gaspar Llamazares, portaba una gran pancarta en la que se podía leer "Contra la inmunidad, solidaridad con las víctimas del franquismo", al tiempo que coreaban gritos en solidaridad con apoyo al juez e insistiendo en que "hay que juzgar al franquismo criminal".
Asimismo llevaban carteles con eslóganes como "tapan sus delitos echando a Garzón" o "acallan al juez; mañana a ti".
A las puertas del Supremo también han acudido una decena de funcionarios del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, del que era titular Garzón antes de ser suspendido por el Consejo General del Poder Judicial, "para apoyar al jefe", e incluso alguno de ellos se ha cogido un día a cuenta de sus libranzas para estar junto al magistrado.
Casi un centenar de medios de comunicación de 15 países se han acreditado para el que será el primer juicio al que tenga que enfrentarse Garzón este mes de enero, ya que el próximo martes será juzgado también en el Tribunal Supremo por declararse competente para investigar los crímenes del franquismo.