MADRID. En su sentencia, la sección primera de la sala de lo penal de este tribunal, compuesta por el presidente Javier Gómez Bermúdez y los magistrados Manuela Fernández Prado y Ramón Sáez Valcárcel, condena a Mendizabal por un delito de estragos terroristas en grado de tentativa.
La sala considera probado que la procesada formó parte del "comando Olaia" junto a Asier Arzalluz Goñi -ya condenado por estos hechos- y otra persona más, el cual utilizaba para ocultarse y preparar sus acciones un piso en Amorebieta alquilado por el excoordinador del "comando Bizkaia" Gorka Martínez Arkarazo y una lonja en Galdakao en la que guardaban armas y explosivos.
Así, el 4 de marzo de 2002, el citado comando colocó un explosivo, compuesto por dos bolsas de tela artesanales con 19,7 kilos de cloratita y 35 gramos de tytadine, en los servicios de caballeros del edificio de la Bolsa de Bilbao.
Mediante dos llamadas telefónicas realizadas sobre las 13:00 horas al diario Gara y a la central de la DYA de Bilbao, prosigue el tribunal, se alertó de que la bomba explotaría veinte minutos después, por lo que se desalojó el edificio y la Ertzaintza procedió a su desactivación.
Según los magistrados, aunque el artefacto "representaba un peligro manifiesto para la vida", no llegó a explotar porque no funcionó correctamente el sistema de iniciación.
Para condenar a Mendizabal, la sala argumenta que en el documento intervenido a Juan Ibon Fernández Iradi, "Susper", tras su detención en diciembre de 2002, se hacía referencia a este atentado y se citaba expresamente al "comando Olaia".
Asimismo, si bien precisa que "no constituye prueba", alude a las declaraciones de Martínez Arkarazo, que reveló a la Policía el nombre de los integrantes del grupo, del que concluyen que formaba parte Mendizabal porque sus huellas se encontraron en el piso utilizado por el comando.
Y a ello se une la "peligrosidad de la delincuente que, con manifiesto desprecio a la sociedad en su conjunto públicamente hace ostentación de su condición de terrorista, lo que merece mayor reproche y sanción", subrayan los magistrados después de que la acusada afirmara durante el juicio celebrado el pasado jueves sentirse "orgullosa" de pertenecer a ETA.