Vitoria. Las amenazas del Partido Popular no preocupan al Gobierno Vasco. Saben que el acuerdo presupuestario para este ejercicio es una realidad y que también lo será el que cerrará el año que viene -si no existe adelanto electoral de por medio- la actual legislatura. Así, la portavoz del Ejecutivo autonómico, Idoia Mendia, desactivó ayer las advertencias vertidas por su socio preferente un día antes y se mostró "convencida" de que las Cuentas saldrán adelante.

Por primera vez desde que Patxi López es lehendakari, gracias al respaldo de los trece parlamentarios capitaneados por Antonio Basagoiti, PP y PSE han presentado sus respectivas enmiendas por separado, escenificando un progresivo distanciamiento que coincide con el cambio de rumbo en La Moncloa y el regreso de los inquilinos de Génova al Gobierno español.

Si Iñaki Oyarzábal advertía el lunes que López cada vez se lo pone "más difícil" para secundar sus Presupuestos, Mendia respondía ayer que este tipo de mensajes no le "preocupan" en absoluto. Y es que el acuerdo por el cambio rubricado entre ambas formaciones respeta ciertos márgenes de independencia a cada bancada, pero tanto socialistas como populares son conscientes de la mutua dependencia para aprobar sus respectivas iniciativas en la Cámara vasca que emana de la configuración actual del Legislativo.

Como ejemplo, y pese al aparente distanciamiento de los populares, Mendia afirmó que el reciente proceso negociador para ultimar las respectivas enmiendas y alumbrar unas cuentas que satisfagan a ambas partes ha sido "idéntico" al de los dos ejercicios pretéritos. Es más, la propia portavoz reiteraba que el Gobierno Vasco "ve bien" las enmiendas presentadas por su socio preferente. La única diferencia en relación a lo sucedido en 2009 y 2010 es, por tanto, la puesta en escena o verbalización de las iniciativas propias de cada partido y su tramitación en el registro del Parlamento Vasco.

Fruto del diálogo con el PSE, el PP favorecerá con su voto en el Pleno del 23 de diciembre la entrada en vigor de las nuevas medidas que el Gobierno pretende activar, entre las que, según se desprende de las enmiendas presentadas ayer por el portavoz socialista en el Parlamento Vasco, José Antonio Pastor, habrá alguna astilla difícil de limar para los populares. Es el caso del incremento en 300.000 euros planeado por los socialistas -ya habían sido habilitados 150.000 en el proyecto de Cuentas- para el "estudio y gestión" del futuro Centro de la Memoria, una iniciativa que desde el PP se observa con suspicacia por el temor a que se equiparen a las diferentes víctimas que ha arrojado el conflicto vasco en las últimas décadas.

Entre las divergencias de los socios de Gobierno también figura la habilitación de un millón de euros para compensar a las víctimas de motivación política -también conocidas como víctimas policiales-, una iniciativa enmendada por el PP, pero que desde Lehendakaritza aseguran que sin ningún viso de éxito, ya que "se trata de un mandato del Parlamento" que, por ende, es de obligado cumplimiento.

visión jeltzale Como testigo de excepción en la brecha escenificada por el PP con los socialistas, el PNV enmarca la "soledad" del lehendakari en una política "errática" que ha derivado en una situación en la que se "resquebraja" el apoyo que mantiene en las filas populares desde su investidura.

Ortuzar recordó que el PNV no enmendará a la totalidad los Presupuestos vascos porque ha considerado "mucho más responsable y eficaz" presentar 229 enmiendas -por valor de 185 millones de euros- para superar "los fallos y las carencias" de los presupuestos redactados por el Gobierno Vasco. En este mismo sentido, el presidente del Bizkai Buru Batzar confió en que el PSE "recupere el norte y pueda tener entendimiento con el PNV", pero "está en su mano", advirtió.

En lo que se refiere a las cuentas forales, Ortuzar mantiene las puertas abiertas a un acuerdo con el PP en Álava, mientras que en Gipuzkoa ve "más difícil" el acercamiento de posturas.