Madrid. Rajoy quiere presentar su nuevo Gobierno antes de Nochebuena. La situación no admite demoras, España se precipitó en vísperas electorales en la zona de rescate, y el líder popular pretende poner en marcha sin dilaciones su proyecto como le exigen voces tanto desde España como desde Europa. La primera medida ha sido la designación de la exportavoz del PP en el Congreso Soraya Sáenz de Santamaría para coordinar el traspaso de poderes, una decisión que el líder del PP anunció ante el Comité Ejecutivo Nacional, al que convocó menos de 24 horas después de su triunfo en las urnas.

También comunicó la celebración de un congreso nacional los días 17, 18 y 19 del próximo febrero, unos días después de que el PSOE celebre el suyo para elegir a su nuevo secretario general, así como la exclusión de Amaiur de la ronda de contactos, pese a que el propio Rajoy afirmó la misma noche electoral que gobernaría sin exclusiones.

En medio de una alegría evidente, todos los mandatarios del PP que componen el citado órgano interno acudieron a la sede del partido, incluido el presidente de honor, José María Aznar, quien no aparecía por este cónclave desde 2003.

La vicesecretaria de Organización, Ana Mato, repasó los resultados electorales para remarcar que aguarda un contexto económico muy complicado, más si cabe que el actual. Rajoy, según trascendió de los propios participantes, reconoció su preocupación por el previsible aumento de la tasa de desempleo -otro más- al cabo de este mes. Rajoy hizo hincapié en que la situación aún puede agravarse, aunque, pese a ello, el primer principio de gestión de su Gobierno seguirá siendo "decir siempre la verdad".

Tal y como explico la secretaria general, María Dolores De Cospedal, en conferencia de prensa -Rajoy optó por no comparecer-, el líder de los populares reflexionó junto a sus compañeros sobre los resultados, en especial por lo que aportan: por un lado, la necesidad de instaurar un mandato de reformas; por otro, la defensa de los valores europeos, empezando por la moneda común.

Para acelerar en lo posible el traspaso de poderes, de forma que la investidura se produzca antes del 20 ó 21 de diciembre, el PP hablará con todos los partidos en contactos informales y mediante reuniones no públicas. El PP comenzará su ronda con el PSOE y continuará con los demás grupos, menos con Amaiur, cuyos objetivos, según Cospedal, no están amparados por la Constitución y ello les invalida para trabar conversaciones con la coalición abertzale. Pese a esta exclusión, Cospedal explicó que el anuncio de Rajoy de contar con todos no era "protocolario", sino una voluntad real de hacerlo y de hablar con todos grupos empezando por el PSOE, porque este partido aglutina las dos terceras partes de los votos conseguidos por la oposición. Las conversaciones darán comienzo una vez que concluya el proceso de traspaso que hoy mismo el PP y el Gobierno en funciones de José Luis Rodríguez Zapatero van a iniciar. "Queremos contar también con los que no nos han votado y vean en el Gobierno de Rajoy el gobierno de todos los españoles", porque de la crisis hay que salir "todos juntos", apostilló la número dos del PP.

Las mayores posibilidades de acortar los plazos para la formación de un nuevo Gobierno radican en el periodo de cinco días que se les da a los nuevos partidos para constituirse en grupos parlamentarios. Los populares creen que el proceso puede comprimirse a un solo día. Cospedal añadió en este sentido que en lo que dependa del PP el debate de investidura se llevará a cabo "lo antes posible".

Sáenz de Santamaría, la elegida para pilotar la transición, dirigirá un equipo de varias personas cuyas identidades todavía no han trascendido, si bien, como apuntó Cospedal, quienes lo integren no tienen por qué ser los próximos ministros. Fuentes del PP consideran que con esta designación de Sáenz de Santamaría, persona de confianza del líder popular y portavoz parlamentaria en la anterior legislatura, Rajoy la señala como una de las personas fijas en el nuevo Gobierno.

Según informaron fuentes populares, durante su intervención, Rajoy hizo una broma sobre la proliferación de quinielas de ministros que se producirán en los próximos días, advirtiendo de que proceden de "comentarios que no nacen de aquí".