pamplona. Cuatro días ha necesitado la presidenta del Gobierno navarro y máxima responsable de UPN, Yolanda Barcina, para dar una explicación sobre el doble cobro de dietas en Caja Navarra. Cuatro días desde que este periódico revelara que la presidenta, junto con Miguel Sanz, Álvaro Miranda y Enrique Maya, percibe una remuneración por su asistencia a un órgano hasta ahora desconocido y paralelo a la Junta de Entidades Fundadoras. Unas jornadas en las que la indignación popular ha ido creciendo de manera exponencial en Nafarroa al ritmo en el que se han ido conociendo nuevos detalles de las dietas que los cuatro de la Permanente cobran de la entidad bancaria. El último, que Barcina, Sanz y Miranda han percibido, al menos, más de 750.000 euros de sobresueldo por parte de Caja Navarra desde el año 2004 (entre 1.700 y 2.600 euros por reunión), de ellos más de 250.000 por la propia presidenta del Gobierno foral. Demasiado como para justificar, como hizo Miranda el pasado martes, un sobresueldo obsceno en tiempos de crisis, y al que Yolanda Barcina quiso dar carpetazo ayer anunciando que no recibirá ninguna remuneración de Caja Navarra hasta que la entidad presente una nueva estructura interna "que reduzca los órganos, los consejeros y las retribuciones". Una reforma que CAN inició el pasado mes de junio. "Hasta entonces, voy a pedir que no se convoque ningún órgano, y que si es legalmente necesario, no se cobren dietas", afirmó la máxima responsable del Ejecutivo navarro, que consideró que la nueva estructura de organización "se puede hacer muy rápido". La dirigente regionalista, que evitó las preguntas de los periodistas a la entrada de la comisión, dejó el anuncio para su último turno de palabra (ya sin opciones de réplica), y que justificó en el "compromiso social acorde con una creciente exigencia ética" que demandan los ciudadanos.

Barcina se atrevió incluso a dar una lección de transparencia a Caja Navarra, a quien recordó que "debe garantizar el derecho a conocer las retribuciones clara, sencilla, fácilmente comprensible y accesible a todos los ciudadanos". Barcina insistió en que las dietas son "cosa del pasado".