bilbao. El sector crítico de Ezker Batua dio ayer el decisivo paso para partir en dos la formación. No hubo sorpresas en una asamblea general en la que los madracistas, con el portavoz de IU en el Congreso, Gaspar Llamazares, como invitado, plantearon una refundación que culminará con un nuevo nombre, nuevas propuestas y una nueva forma de defender las ideas de izquierdas en Euskadi en 2012. La nueva escisión de EB fue refrendada ayer por el 93,5% de los miembros, que también optaron por hacer desaparecer la figura del coordinador general.
Con un consenso mayoritario, los madracistas abogaron por modificar unos estatutos en los que se inclinan por "un órgano colegiado que se denominará Permanente Ejecutiva" y que sustituirá al coordinador general. Sobre los pasos de futuro que darán, adelantaron que "las personas que conformarán la nueva dirección serán designadas la próxima semana en la primera reunión". Además, se conformará un órgano denominado Coordinadora de Asambleas de Euskadi que estará compuesta por la Permanente Ejecutiva y un responsable de cada asamblea.
José Navas, quién se perfila como cabeza visible de esta nueva EB, mandó una advertencia al sector aranista con el que pugnan al final de la asamblea al estimar que "EB ha finalizado su proceso de crisis y división interna". Pero por la mañana tuvo palabras más duras hacia Arana al insistir en que "hay gente que ha perdido la legitimidad política y de la militancia, pero quiere levantar una nueva confrontación, posiblemente en los tribunales; quiere seguir debilitando y distrayendo con trifulcas judiciales".
Preguntado por si presentarán en el 20-N, Navas precisó que ayer se pusieron en marcha los órganos de dirección, el discurso político y los nuevos estatutos de la nueva formación, lo que supone "una gran respuesta de EB a esa convocatoria". Y si bien no aventuraron si esta escisión podría conllevar alianza alguna con otros partidos, el colectivo Erabaki -participantes en EB- sí lanzó un guiño a Amaiur al indicar en un texto firmado entre otro por el responsable de CCOO Jesús Uzkudun, que esta corriente explorará "espacios de colaboración con Bildu". Es más, adelantaron que "seguramente" pedirán el voto para la coalición.
Por su parte, Llamazares desafió a la dirección estatal al advertir que no reconocería "ni los órganos, ni las decisiones" que emanen de la asamblea de ayer.