Roma. La Fiscalía de Bari podrá abrir una investigación contra el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, por inducción al falso testimonio al empresario Giampaolo Tarantini, el encargado de conseguir las chicas para sus fiestas. Esto es posible, después de que un tribunal de Nápoles modificase ayer el delito del supuesto "chantaje" que sufrió Berlusconi por el de "inducción a no declarar o a dar falso testimonio".
Por otra parte, el tribunal ordenó la liberación de Tarantini y de su mujer, encarcelados desde el pasado 16 de septiembre, y confirmó la orden de detención del Walter Lavitola, considerado un intermediario de Tarantini y Berlusconi, y que se encuentra en paradero desconocido.
En su investigación, la fiscalía de Nápoles sostiene que el primer ministro pudo inducir a Tarantini a mentir también sobre la naturaleza del dinero que recibió de éste (500.000 euros y una renta mensual de 20.000 euros) como parte de la supuesta extorsión.