madrid. La decisión de la Audiencia Nacional de revocar el auto de procesamiento de los tres imputados en el caso Faisán desembocó ayer en una retahíla de ataques verbales entre socialistas y populares que, como era de esperar, realizaron una lectura diametralmente opuesta de la decisión unánime de los 14 magistrados de la sala de lo penal de enterrar parcialmente el presunto chivatazo a ETA.
Las distintas interpretaciones que unos y otros procesaron al mismo auto llegaron hasta el propio Mariano Rajoy, presidente del Partido Popular, que no dio por acabado el Faisán y aseguró que sigue esperando explicaciones sobre el presunto soplo de la Policía a la banda armada. "Respeto las decisiones de los tribunales, que han dicho que existe un delito y que es bueno seguir investigando", lanzó desde Lorca, Murcia.
El presidente de la oposición basó sus declaraciones en que los magistrados apreciaron indicios suficientes de un hecho que reviste los caracteres de delito pero que, a su vez, no son "suficientes" para catalogarlos como tal. De hecho, los tres imputados en el caso Faisan, -el exdirector de la Policía, Víctor García Hidalgo, el jefe superior de Policía de la CAV, Enrique Pamiés, y el inspector José María Ballesteros- dejan de estar procesados pero seguirán imputados en la causa por colaboración terrorista, encubrimiento y revelación de secretos.
El caso vuelve, de esta manera, a pasar a manos del juez Pablo Ruz, que tendrá que seguir practicando diligencias para hallar nuevos indicios que le permitan procesar otra vez a los tres imputados o, de lo contrario, archivar la causa. Amparándose precisamente en este último punto, el coordinador de Justicia y Libertades Públicas del PP, Federico Trillo, escogió los micrófonos de la Cope para advertir que "queda más Faisán que nunca".
"Lo que ha hecho la Audiencia Nacional ha sido confirmar que se ha producido un delito grave, que es un chivatazo policial a la banda ETA, por lo tanto, sigue habiendo un delito y existen otras muchas pruebas que todavía se pueden practicar", aseveró el antiguo ministro de Defensa con el Gobierno de José María Aznar.
Con un discurso totalmente opuesto al de los populares, el candidato presidencial socialista y ministro de Interior en el momento del supuesto chivatazo, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró ayer en el Congreso que el PP se ha dedicado por norma a "calumniarle" e "insultarle", y también a dejar por el suelo el honor de la Policía que, según dijo, "se ha estado jugando la vida en la lucha contra ETA".
En la misma línea que otros compañeros de filas, el candidato socialista a las elecciones del 20-N atribuyó los continuos ataques de la oposición en bloque a que se está "a punto" de terminar definitivamente con la banda armada, algo que, según dijo, se debe en gran medida a la efectividad de las actuaciones policiales sobre las que el PP ha estado sembrando dudas en los últimos años.