Vitoria. Bajo una careta de hombre afable,luchador y promotor de la Constitución se esconde uno de los personajesmás relevantes del franquismo, además de un político que, aunque hasabido moverse en los círculos de la democracia, nunca ha ocultado surechazo a los nacionalismos, sobre todo al vasco. Tras una amplísimatrayectoria de 60 años, y después de haber sido contrincante deSantiago Carrillo y de Felipe González, Manuel Fraga deja la política.
Subiografía comienza con su nacimiento el 23 de noviembre de 1922 enVillalba (Lugo). En su juventud se afilió a la Falange Española de lasJONS, donde empezó una longeva carrera política que le llevó a ocuparel cargo de ministro de Información y Turismo bajo el régimentotalitario de Francisco Franco. Con el tiempo, sus múltiples hazañas han pasado a glosar los libros de historia.
Basterecordar lo ocurrido el 17 de enero de 1966, cuando un bombardero delejército de EE.UU. se estrelló en el Mediterráneo, a la altura dePalomares, en Almería. En un desesperado intento por ocultar a laopinión pública la situación de riesgo como consecuencia la cargaradioactiva del avión, Fraga organizó un circo mediático que consistió en un baño en la playa de la localidad almeriense ante las cámaras para demostrarla ausencia de peligro. Pese a ello, con el paso del tiempo loshabitantes acabaron sufriendo las consecuencias de la contaminación.
Conla muerte del dictador en 1975, Fraga se mantuvo en primera línea de lapolítica convertido en vicepresidente de Asuntos Interiores y ministrode la Gobernación del último Gobierno de Carlos Arias Navarro. Pese asu supuesto reciclaje democrático, nunca ha renegado de su pasadofranquista. Su etapa en dicho Ejecutivo no pasó desapercibida, ya queel actual senador fue responsable político de detenciones y asesinatos,como lo sucedido en Gasteiz el infausto 3 de marzo de 1976, cuando laPolicía española disparó contra una concentración de trabajadores,asesinando a dos obreros y a un estudiante.
Elfracaso del Gobierno de Arias Navarro se saldó con el nombramiento comopresidente del que fuera secretario del Movimiento, un joven AdolfoSuárez. Fraga no encontró acomodo en UCD, al considerar que era élquien debía liderar el proceso de reforma política, y no Suárez. Porello, en 1976 organizó el partido Reforma Democrática, encuadrando apolíticos activos del régimen de Franco. El 23 de septiembre fundaAlianza Popular (AP) una federación de fuerzas de derecha, partidariasde una democracia de corte europeo y de limitadas autonomías regionalesque frenase el avance social del marxismo y del separatismo.
Durante1977 y 1978 colaboró en la redacción de la Constitución española juntoa, entre otros, el socialista Peces-Barba, el comunista Solé Tura y elnacionalista catalán Miquel Roca. La contribución de Fraga a laConstitución y al consenso fue notoria en esos años, llegando apresentar al líder comunista Santiago Carrillo en una conferencia delClub Siglo XXI. Su actitud tuvo como consecuencia que los grupos más ala derecha abandonaran AP.
Travesía hacia la derecha Fragaabandonó la política en 1979, convencido de haber fracasado en suintento de crear una fuerza de centro-derecha que disputara el poder aun PSOE que estaba abandonando el marxismo. Sin embargo, regresó paratratar de dar a su partido un perfil más centrista. Tras ser líder dela oposición en los 80 frente a Felipe González, el populardecidió volver a su tierra y presentarse a las elecciones al Parlamentogallego. Con su candidatura, la formación de derechas consiguió lamayoría absoluta y un liderazgo de más de 15 años por parte de Fraga.
En la actualidad ejerce como senador del PP,pero su familia le sugirió hace unos días que no continuara en lapolítica, a lo que él aceptó, pensando que era lo más conveniente. Enlos últimos meses, no se ha dejado ver en los medios debido a sudelicada salud y a una caída que le provocó la rotura de su cadera.Antes del anuncio de su retirada, afirmó que todavía se sentía "confuerzas y estaba bien" para seguir en la política.