madrid/parís. El portavoz del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, José Blanco, aseguró ayer que al Ejecutivo le hubiera gustado "compartir con los ciudadanos" la reforma de la Constitución pero que la "grave situación" económica y las circunstancias exigían "respuestas rápidas". La premura soslaya, por tanto, las peticiones de referéndum solicitadas por una parte de la población e, incluso, del arco parlamentario. En declaraciones a la Cadena Ser, Blanco señaló que dicha exigencia impedía "transferir la responsabilidad a los ciudadanos", por lo que el Gobierno asumirá la decisión y "serán ellos quienes la juzgarán". El portavoz del Ejecutivo socialista reconoció a su vez que la decisión "puede ser difícil de entender pero hay que tomarla porque el momento es muy complicado y estamos en un contexto con gran volatilidad que exige respuestas rápidas".

Por su parte la canciller alemana, Angela Merkel, felicitó ayer al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por el proceso de reforma constitucional que establecerá una disciplina presupuestaria a todas las administraciones, una solicitud que ya hizo en su momento.