Vitoria. En el homenaje a Joxe Mari Korta sí estuvo Bildu con la presencia de algunos de sus portavoces pero quizás se echó en falta a algún dirigente de la izquierda abertzale tradicional. ¿Cree que está cerca el momento en el que veamos una representación política completa?

Bildu ha dado pasos significativos y la izquierda abertzale también para que este nuevo tiempo político permita que nos situemos en valoraciones y en reflexiones de este tipo. Las personas que fueron allí representan con absoluta normalidad y desde luego con rotundidad al conjunto de Bildu. Yo por lo menos me siento representado por las personas que allí fueron y creo que el conjunto de Bildu también. No vamos a entrar en polémicas sobre quiénes faltan.

¿En qué punto se encuentra la reflexión sobre el reconocimiento a las víctimas de ETA dentro de Bildu?

Queremos construir un tiempo político donde la violencia no tenga ningún tipo de cabida. Creemos que hay que hacer una lectura crítica sobre el pasado en el que la violencia, por desgracia, o las violencias, para ser más exactos, han estado muy presentes en nuestra vida y en el accionar político. Y en segundo lugar hay que hacer un balance, no sé si autocrítico, pero al menos de reconocimiento de los daños que ha generado la existencia de la violencia. En ese recorrido estamos y en ese recorrido se van a ir viendo pasos que la gente podrá ir viendo con absoluta normalidad. La apuesta que Bildu ha hecho por la no violencia, por el respeto a todos los derechos de todas las personas en toda Euskal Herria y desde luego por la generación de un escenario nuevo es más que evidente. Sin embargo, y pese a eso, siguen existiendo tendencias políticas y determinados medios de comunicación que seguirán detectando insuficiencias.

En estas fechas se cumplen dos años sin atentados de ETA. ¿Cree que la organización armada ha tomado ya la decisión de dejarlo, que llegará a hacer un anuncio formal en esa línea?

Yo deseo que ETA haya tomado la decisión de abandonar definitivamente la acción armada, es decir que la violencia en este país, al menos la que ha venido ejerciendo ETA, haya desaparecido. Ojalá también pase eso con otro tipo de violencias. En cualquier caso lo importante es que se afiance una línea que nos ha llevado a que la violencia de ETA no sea una constante y que, además, cada vez más gente entienda que esta vez sí podemos ser capaces de alcanzar una paz justa, duradera, en la que se reconozcan todos los derechos. Yo es con el objetivo con el que trabajo en todo momento y no me obsesiono tanto con las fechas ni con impresiones personales, que como digo ojalá sean tan ciertas como que ya la decisión está tomada.