Madrid. Los indignados del 15-M volvieron a desafiar ayer a la Policía en Madrid con una marcha que comenzó de forma festiva en Atocha y terminó en la emblemática Puerta del Sol. Los manifestantes -varios miles- recorrieron el Paseo del Prado entre cánticos y reivindicaciones. Al contrario que en anteriores ocasiones, los indignados pasaron por el Congreso de los Diputados sin detenerse, y llegaron a su primer objetivo, el Ministerio del Interior, donde les aguardaban 15 furgones de la Policía Nacional.
Tras permanecer allí un rato regresaron de nuevo por Cibeles y tomaron rumbo Sol por la calle Alcalá. Una vez allí, y al contrario que durante toda esta semana, los indignados pudieron acceder a la plaza ante la total ausencia de Policía. "Una victoria", cantaban los manifestantes que entraban en Sol aplaudidos por las personas que se encontraban en ese momento en la plaza.
Por primera vez desde el nacimiento del movimiento del 15-M, los indignados ofrecieron una rueda de prensa en la que solicitaron la dimisión del ministro del Interior, Antonio Camacho, y de la delegada del Gobierno en Madrid, Dolores Carrión, por la carga policial que se produjo la noche del jueves ante la sede de Interior.
El abogado Juan Rubiño, miembro de la Comisión de Legal de la Acampada Sol, señaló que la manifestación contra la que cargó la Policía era "pacífica" y que los agentes no dieron opción a que se disolvieran puesto que actuaron de forma "repentina" y "desproporcionada".
Más de veinte furgonetas de la Unidad de Intervención Policial aparecieron cuando los congregados se acercaron a la sede del ministerio para colocar un cartel que rezaba "Islandia es el ejemplo".
Los incidentes se saldaron con al menos veinte heridos y cuatro detenidos, entre ellos el fotógrafo Gorka Ramos, arrestado por un delito de desobediencia y que, a primera hora de la tarde de ayer, quedó en libertad.
Por su parte, el candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, defendió ayer la actuación policial y argumentó que "200 personas no pueden poner patas arriba una ciudad". Subrayó que la Policía siempre actúa de forma tolerante cuando hay una manifestación pacífica, pero que si hay violencia, "tiene que actuar".
Por su parte, el PP, respaldó a la Policía y acusó directamente al Ministerio del Interior de "obligarla cuando no debe y a no actuar cuando debe". El diputado de IU, Gaspar Llamazares, pidió la comparecencia de Camacho en el Congreso.