Vitoria. El Gabinete López sigue sin sentirse aludido por los continuos suspensos que los ciudadanos vascos le vienen poniendo cada vez que se les pregunta por su gestión. En los primeros compases de la legislatura los achacaron a "problemas de comunicación", y ahora sus representantes se aferran a la crisis como explicación del problema de confianza que volvió a reflejar el último Euskobarómetro.
Así lo ensayó como primera respuesta el consejero de Vivienda el pasado fin de semana, y así lo hizo también ayer la portavoz del Ejecutivo, Idoia Mendia, quien si bien admitió que es "lógico" que los vascos den la espalda a su Gobierno, presentó este hartazgo como algo que sucede "en todo el mundo", rechazando así que tuviera nada que ver con su propia gestión. "Yo entiendo perfectamente a la ciudadanía. Vivimos una situación muy preocupante en el mundo y a ver qué Gobierno goza hoy en día de la confianza de sus ciudadanos", alegó apoyándose en algunos efectos de la crisis como el dramático aumento del paro experimentado en los últimos años. "Gobernar no es fácil", admitió como única concesión.
Momento de incertidumbre Dentro de esta preocupante situación, Mendía apuntó también que los malos resultados cosechados la pasada semana pudieron deberse también a que la encuesta se hiciera en un momento marcado por "muchas incertidumbres; tanto políticas, porque no se sabía quién iba a gobernar instituciones como la Diputación alavesa, como económicas" porque sobrevolaba sobre el Estado la amenaza del rescate de la Unión Europea. Pero de razones endógenas, de autocrítica, nada. Al contrario: la portavoz subrayó hasta en dos ocasiones que "este Gobierno se puso a trabajar desde que llegó para sacar a Euskadi de la crisis" y se comprometió a seguir haciéndolo, rechazando así que el Ejecutivo vaya a cambiar el paso. "No debemos gobernar a golpe de encuesta", zanjó.
"Este gobierno está muerto" En la otra orilla, en la de la oposición, los resultados sí se leían en cambio como un nuevo castigo al Gabinete López, como ya lo hiciera incluso el PP vasco tras el último sondeo.
El parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, aseguró que estos datos demuestran que "el Gobierno Vasco y el lehendakari están muertos". "Ni los suyos confían ya en ellos porque no han respondido a las expectativas creadas" de cambio. "El resultado es demoledor", concluyó Maneiro.