vitoria. Cuando el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, salió de Lehendakaritza el miércoles diciendo sentirse "decepcionado" y emplazando a los medios a una rueda de prensa en la capital vizcaína, ya en el Gobierno se intuía que no será fácil atraerse al PNV al campo de juego elegido por el lehendakari para tomar protagonismo en la política vasca.
Y así fue. José Luis Bilbao rechazó de plano subir los impuestos, dijo que López pretende recortar servicios sociales y se negó a compartir datos fiscales de sus contribuyentes con Álava y Gipuzkoa, con el fin de perseguir el fraude.
Ayer la portavoz del Ejecutivo, Idoia Mendia, replicó dándole a elegir a Bilbao entre recaudar más y mantener las prestaciones a los ciudadanos o mantener el actual nivel impositivo y asumir los a su juicio inevitables recortes. Iñaki Azkuna, el alcalde de Bilbao, "va a aumentar los impuestos porque quiere mantener igual los servicios, y está claro que los tiene subir, ¿qué va a hacer el diputado general para mantener los servicios en Bizkaia, teniendo en cuenta que tiene menos ingresos? Quizá va a recortar los servicios", afirmó en declaraciones a Euskadi Irratia.
A las críticas de Mendia a José Luis Bilbao, a quien acusó de "simplificar" la propuesta de reforma fiscal del lehendakari López, se sumó ayer la portavoz del PSE en las Juntas Generales guipuzcoanas, Rafaela Romero.
Bilbao se había negado a que la Diputación gobernada por Bildu accediera a los datos fiscales de los contribuyentes vizcaínos, y Romero le replicó que "la responsabilidad de que Bildu gestione la Hacienda foral de Gipuzkoa es exclusivamente del PNV, que se negó a articular con el PSE un pacto de estabilidad institucional anivel foral y municipal".