Vitoria. El Centro de la Memoria previsto en la Ley de víctimas del terrorismo aprobada por el Parlamento Vasco en 2008 cobra dimensión estatal. La consejería de Interior del Gobierno Vasco y el Ministerio del Interior anunciaron ayer que próximamente firmarán un protocolo por el cual ambas administraciones acuerdan elaborar de forma conjunta el proyecto, decidir su emplazamiento, y diseñar la planificación y gestión del ayer denominado Centro Nacional de la Memoria.
En el primer encuentro del consejero de Interior, Rodolfo Ares, con su nuevo homólogo en Madrid, Antonio Camacho, los dos ejecutivos cerraron un frente que se abría cuando llegó al Congreso un proyecto de Ley de Víctimas estatal, convertido en norma la semana pasada, que ordenaba la construcción en Euskadi de un centro de similares características a las del previsto en la Ley de Reconocimiento y Reparación de 2008.
Podía darse la circunstancia de que, tras treinta años de ninguneo social e institucional, las víctimas de ETA, el GAL o el Batallón Vasco Español contaran con dos instalaciones en Euskadi -la Ley del Congreso también ubica su centro en el País Vasco- con idénticos fines. Ayer Ares y Camacho acordaron unificar ambos proyectos y evitar así duplicidades, pero ahora se presenta un nuevo problema.
Se debe definir qué papel jugará en esta iniciativa el Parlamento Vasco, inspirador y supervisor hasta la fecha de la política de resarcimiento a las víctimas del terrorismo en Euskadi. Ayer Ares y Camacho intercambiaron ideas con respecto a un centro que, a tenor de lo dicho ayer por ambos, diseñarán y gestionarán a medias entre el Gobierno Vasco y el español. El tiempo dirá qué administración toma la iniciativa -y qué protagonismo dan a sus respectivos legislativos-, o si se produce una fusión de igual a igual entre ambos proyectos. Habrá que concretar, en definitiva, qué peso tendrá el Ministerio del Interior en la elaboración del Centro de la Memoria.
La reunión de ayer en Madrid, adelantada por DNA, se produjo una semana después de que una delegación vasca, formada por la propia consejería de Interior y por los grupos parlamentarios del PP, PSE, PNV y Aralar, viajara a Berlín y Cataluña para visitar diferentes memoriales en busca de ideas para el que prevé la Ley de 2008 en Euskadi.
Camacho y Ares, quienes aseguraron "mantener la guardia alta" pese a estar "ganando la batalla a ETA", descartaron que la presencia de Bildu en las instituciones incremente los actos de apoyo a la organización, y repasaron además la situación de la lucha contra el narcotráfico, el crimen organizado o la violencia machista.