barcelona. El senador socialista Casimiro Curbelo comunicó ayer por la tarde a la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE su decisión de dejar su escaño en la Cámara Alta después de que en la madrugada del pasado jueves fuera detenido en Madrid, tras ser expulsado de una sauna e insultar a los policías.
Según explicaba el PSOE en una nota, Curbelo ha trasladado a la dirección federal su "firme decisión de renunciar, con carácter inmediato, a su escaño como senador por La Gomera". Curbelo asegura que "se trata de una decisión personal" y que renuncia porque quiere demostrar su "inocencia" y la de su hijo. "Y quiero hacerlo como un ciudadano más, sin el privilegio que supondría permanecer con el fuero que otorga el escaño de senador", añade.
El hasta ahora senador asegura a través de la dirección socialista que "se trata de una decisión sensata, tomada tras una profunda reflexión y que busca el mejor camino para que se esclarezcan los hechos y se conozca toda la verdad de lo que ocurrió aquella noche". El también presidente del Cabildo de La Gomera lamenta que no se le haya concedido la presunción de inocencia a la que tiene derecho todo ciudadano. "No quiero lamentarme por ello, sólo deseo poder defender libremente mi inocencia y la de mi hijo", sentencia. Casimiro Curbelo termina su declaración lanzando un mensaje a los gomeros: "agradezco a los compañeros de mi partido todo el esfuerzo que han realizado para materializar un gran proyecto colectivo que ha servido para trasformar la sociedad gomera".
La renuncia de Curbelo llegó después de que la directora del comité electoral del PSOE, Elena Valenciano, le lanzara un ultimátum. "Cuando dimita adoptaremos las decisiones que sean oportunas, la actitud del senador es absolutamente incompatible con su cargo", dijo.