Londres. Rupert Murdoch pidió ayer perdón por el escándalo de los pinchazos telefónicos de sus medios en un desesperado intento de controlar una espiral que amenaza su imperio y en 24 horas le costó la cabeza a dos de sus lugartenientes.

"Lo sentimos", indicaba un mensaje personal que publicó ayer Murdoch a toda página en siete periódicos del Reino Unido, a tres días de comparecer en la Cámara de los Comunes para declarar sobre las escuchas ilegales a políticos, famosos y hasta víctimas de crímenes del ya desaparecido News of the World.

El presidente y consejero delegado de News Corporation, que engloba medios como los estadounidenses Fox Televisión y Dow Jones o los británicos The Times o The Sun, admite en su mensaje que actuaron tarde, reconoce que "pedir perdón no es suficiente" y promete "medidas concretas" inminentes.

Es la segunda muestra de humildad del empresario, de 80 años, después de que el viernes pidiese perdón en persona a la familia de Milly Dowler, una niña asesinada cuyo teléfono móvil fue pinchado por el News of the World.

La divulgación de esa noticia, el día 4, desencadenó la grave crisis del imperio Murdoch, investigado a ambos lados del Atlántico por prácticas periodísticas ilegales y que en una semana tuvo que renunciar al dominical y a su interés por hacerse con el control total del canal de televisión británico BSkyB.

Escuchas a víctimas del 11-s En Estados Unidos, se le ha abierto una investigación al magnate de la prensa por supuestas escuchas a víctimas de los atentados del 11 de septiembre, mientras en el Reino Unido habrá pesquisas policiales, judiciales y de ética periodística por el escándalo.

Este viernes el último capítulo del drama tuvo nombres propios, los de la británica Rebekah Brooks y el estadounidense Les Hinton, dos estrechos colaboradores a los que Murdoch finalmente sacrificó después de 22 y 52 años de servicio.

Brooks, que dirigía el News of the World en la época de las escuchas, dirigía News International, rama británica del grupo mientras Hinton, que ocupó ese puesto en el pasado, era ahora presidente de la agencia Dow Jones y editor de The Wall Street Journal.

La marcha de Brooks deja solos ante la crisis al magnate y a su hijo James Murdoch, de 38 años y actual presidente en Europa de News Corporation, después de haber dirigido News International entre 2007 y 2009.

El escándalo de las escuchas telefónicas del rotativo News of the World tiene ramificaciones periodísticas, políticas, judiciales y económicas.

Los dos Murdoch y Rebekah Brooks declararán el martes 19 ante el Comité de Medios de Comunicación de la Cámara de los Comunes para explicar las actividades periodísticas ilegales del dominical News of the World.