vitoria. Los ecos de la tormenta que el PNV desató durante el Pleno de Investidura sobre Ezker Batua resonaban aún ayer en el escenario político alavés. La caja de pandora quedó abierta y de ella salieron las más crudas acusaciones de "corrupción en grado de tentativa" que se han escuchado en la historia política vasca, y que señalaban cómo EB habría puesto precio, literalmente, a su apoyo.
Ayer, tras escuchar a los portavoces de EB, que admitieron la existencia de estas oscuros intentos negociadores por parte de algunos de sus representantes, el presidente del Araba Buru Batzar del PNV, Iñaki Gerenabarrena, reiteraba que su partido "sigue sospechando la existencia de un pacto oculto entre EB y el Partido Popular" que impulsó a los primeros a dejar las puertas de la Diputación abiertas de par en par para la entrada de los segundos.
"el pnv no mintió" Gerenabarrena subrayó que las declaraciones de los principales representantes de EB demuestran que su formación "no mintió" en sus acusaciones. Ni siquiera "al decir que la comisión negociadora" -encabezada por Kontxi Bilbao- "conocía la existencia de propuestas de otra índole" que superaban el debate programático. "Me pregunto", añadió en este escenario, "si el PP ha hecho lo posible y lo imposible por conseguir el nombramiento de De Andrés como diputado general de Álava", según recordó que había prometido hacer el propio presidente popular, Antonio Basagoiti al inicio de este proceso. De hecho, ante la tímida amenaza de denunciar estas acusaciones que EB ensayó como primera defensa ante el chaparrón que le sobrevenía, el jeltzale Claudio Rodríguez le retaba a llevar el caso a los tribunales "de verdad", ya que a su juicio, la única damnificada sería así la propia EB.
"bochornoso espectáculo" Desde la barrera, PP y Bildu observaban los coletazos de esta bronca coincidiendo en que ha provocado un espectáculo "bochornoso".
De Andrés terció en este "feo" asunto, pero aprovechando para tratar de salpicar al PNV. Esto "no se va a producir gobernando el PP", dijo, ante de poner en duda por qué los jeltzales no zanjaron la negociación "de primeras" si rechazaban estos términos. "Si Agirre contó algo cierto, contó solamente una parte de lo cierto". "Habrá que ver qué hay detrás", dijo tratando de desviar el foco de EB y enfangar a su principal rival.
Por su parte, Bildu centró el tiro en esta formación, cuya "impresentable deriva" criticó por ser un freno hacia otra forma de hacer política y hacia un "nuevo ciclo".