Era su gran oportunidad, aunque no lo iba a tener nada fácil. Pese a ser la fuerza política más votada, sólo un desencuentro entre PNV y EB podía auparle al sillón de diputado general, como así ha sido. De Andrés ha sabido sacarle provecho a esta circunstancia y finalmente, tras el intento fallido de 2007, gobernará en Álava.

Pero, ¿cómo ha llegado De Andrés a tener en sus manos la makila? Periodista de vocación tardía, este vitoriano de 43 años puso en práctica los conocimientos de comunicación adquiridos en la UPV al servicio del Partido Popular, una formación a la que le ligaban lazos familiares. En 1999 cambiaron las tornas y con el PP al frente de la Diputación foral De Andrés dejó las labores de jefe de prensa y conoció de primera mano el cambio en sus quehaceres aunque todavía sin dar la zancada que le llevaría a los puestos políticos.

El exdiputado general recuerda el día que se plantó frente a su pupilo y sin paños calientes se dirigió a él: "Te toca". Era el momento que Rabanera había estado esperando tras comprobar que la implicación de su jefe de Gabinete con el proyecto del PP escondía a un político en ciernes, todo ello después de obtener un no rotundo la primera vez que formuló idéntica pregunta a su pupilo. Los tiempos habían cambiado y De Andrés también. Esta vez no tardó mucho en responder, pero cambió su contestación. Asumió la dirección del Departamento de Obras Públicas y comenzó así su carrera política inmerso en un escaparate del que había sido testigo de excepción durante años.

Su primera tentativa en las urnas tuvo un doble sabor. El dulce, al situarse como candidato más votado en las urnas en las elecciones forales de 2007, pero con un estrecho margen sobre sus inmediatos seguidores -apenas 169 votos separaban a la plancha liderada por De Andrés de la candidatura de Prieto y 610 de Agirre-, y la amargura que le produjo no conseguir los apoyos necesarios, a diferencia del PNV, para tomar el relevo de Rabanera. El frío volvió al seno del PP. El paso a la oposición fue una nueva prueba en la exigua carrera política de De Andrés. Un año después de someterse a la criba electoral, los conservadores alaveses le eligieron como número dos de su organigrama interno, por detrás de Alfonso Alonso, exalcalde de la capital alavesa y actual portavoz adjunto en el Congreso de los Diputados.

El ahora diputado general de Álava ha demostrado habilidad para calmar las discrepancias internas y tender puentes a otros partidos en las negociaciones. Los compañeros de afiliación describen a De Andrés como "una buena persona, honrada y con sentido común". Tres pilares que confía en poder transmitir a la ciudadanía.