madrid. Estos son los principales titulares de la intervención del presidente del Gobierno:

- Zapatero considera que la tarea que tienen el Gobierno y el Parlamento es suficiente para agotar la legislatura

- El Gobierno se reafirma en los tres ejes de su política contra la crisis: reformas, austeridad y cohesión social

- El Gobierno hará todas las reformas necesarias sin romper los equilibrios sociales y sin quebrar el modelo constitucional

- El Gobierno propondrá en julio a las CC.AA una regla de techo de gasto similar a la que se va a aprobar para el Estado

- Anuncia nuevas medidas de protección a quienes no puedan pagar sus hipotecas

- Prevé que la recuperación económica se acelere a partir de la segunda mitad de 2011

- Expresa su interés y respeto ante las propuestas del 15-M aunque discrepe con algunas de ellas

- Asegura, ante la actitud de Bildu, que vela para que se cumpla la ley en los ayuntamientos

- Zapatero confía en un acuerdo PSOE-PP en los próximos días para renovar el Tribunal Constitucional.

El presidente del Gobierno ha anunciado que en las próximas semanas se aprobarán nuevas medidas de protección para las personas sujetas a procedimientos de ejecución hipotecaria por la imposibilidad de atender a sus compromisos.

Durante su discurso sobre el Estado de la Nación, el líder del Ejecutivo ha afirmado que estas medidas de protección "serán compatibles con los imperativos de seguridad jurídica y de solvencia de las entidades prestataias".

Zapatero sostuvo que el Gobierno es consciente de la coyuntura "especiamente difícil" a la que se enfrentan las familias que pierden su vivienda y siguen debiendo dinero al banco porque su valor no es suficiente para cubrir lo que resta de hipoteca.

En este sentido, aclaró que por ello en abril de 2010 se aumentó la cantidad mínima de ingresos de las familias que no puede ser embargada. "Pero vamos a hacer un nuevo esfuerzo en este sentido", enfatizó el presidente del Gobierno en el Congreso.

Zapatero subrayó que se va a completar el proceso de reformas con nuevas iniciativas que responden a compromisos ya asumidos y que, entre otras cosas, supondrán una nueva regulación del silencio administrativo para convertirlo en positivo en un buen número de procedimientos.

Asimismo, se incluirán medidas de protección para los sometidos a ejecución hipotecaria, normas para incrementar la seguridad jurídica en el tráfico inmobiliario, y nuevas medidas a favor de los emprendedores y para aliviar la morosidad que padecen, especialmente, pymes y autónomos ante las entidades locales.

Zapatero ha anunciado hoy que el Gobierno propondrá, en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) del próximo mes de julio la aprobación de una regla de gasto en las autonomías similar al que se va a aprobar en el Estado y las corporaciones locales.

Durante su discurso, Zapatero ha señalado que el Ejecutivo la remitirá a la Cámara en las próximas semanas.

Al explicar los datos de ejecución presupuestaria, Zapatero ha reconocido que la información del primer trimestre indica, en algunas comunidades autónomas, "la existencia de incertidumbres" y ha recordado que el cumplimento del objetivo de déficit requiere "la aplicación estricta" de la senda trazada para todas las Administraciones públicas.

El presidente del Gobierno ha indicado su intención de trabajar conjunamente para incrementar la calidad de la información presupuestaria, ámbito en el que se ha avanzado con la publicación de "información homogénea" de todas y cada una de las autonomías, con periocidad trimestral.

EL ÚLTIMO DE ZAPATERO El Congreso inicia hoy el último debate del estado de la nación con José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno, que se prevé como un balance de su gestión, con el reproche de la oposición por una economía que no remonta y la petición de elecciones por parte del líder del PP, Mariano Rajoy. Un debate que no podrá obviar la presión que una vez más ejercen los mercados sobre la deuda española.

El último gran cara a cara entre Zapatero y Rajoy tiene a priori menos interés, porque el primero de ellos ya no será candidato en las próximas generales y porque los grupos parlamentarios no esperan mucho del Ejecutivo cuando quedan pocos meses para los comicios, haya o no adelanto electoral.

Y todo con el rol pasivo que tiene que adoptar el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, encargado de defender de aquí a la cita con las urnas las propuestas de futuro que haga su partido, mientras Zapatero adopta el papel de defender las decisiones ya tomadas.

El debate se inicia al mediodía con la intervención de Zapatero, que cuenta con tiempo ilimitado y en el que no hará grandes anuncios y sí una defensa férrea de las "durísimas" medidas tomadas para afrontar la crisis y reducir el déficit, como recordó ayer el portavoz socialista, José Antonio Alonso, para quien quedará claro el "coraje" del Ejecutivo frente al "catastrofismo" del PP.

Tras Zapatero le tocará el turno a Rajoy, que en esta ocasión juega con una importante ventaja: la victoria electoral del 22-M que ha cambiado el mapa político y autonómico.

La intención de Rajoy es debatir directamente con Zapatero sin aludir al que será su contrincante para llegar a la Moncloa, pero no se descarta que hable de Rubalcaba como corresponsable de la política del Ejecutivo, e insistirá en que el país ha ido a peor porque la crisis no se ha resuelto, con los casi cinco millones de parados que tiene España como la peor de sus consecuencias.

Zapatero acude con la idea de que lo conveniente y razonable es acabar la legislatura, una tesis que, si vuelve a defender, será replicada con contundencia por Rajoy, para quien sólo un cambio político permitirá salir de la grave situación económica.

El resto de los portavoces parlamentarios, que hablarán tras Rajoy -el orden de los grupos es de mayor a menor a excepción del PSOE, que interviene al final- esperan poco de esta cita y coinciden en que el debate será un balance de la legislatura, sobre todo de su tramo final.

La debilidad parlamentaria del Gobierno estará también presente en la discusión. Pero aparte de la controversia sobre quién tiene más o menos peso político, la economía volverá a copar este debate en un momento en el que, como ha reconocido el propio Gobierno, la recuperación económica está siendo "demasiado lenta" y aún no tiene su reflejo en la creación de empleo.