MADRID. Así lo ha manifestado "Txeroki" ante la sección cuarta de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional donde antes de comenzar su interrogatorio la presidenta del tribunal, Ángela Murillo, le ha ordenado ponerse de pie y al negarse el acusado le ha mandado al habitáculo blindado.

"Ahora si quiere puede estar sentadito, lo que quiera", le ha dicho la magistrada cuando los agentes de la Policía Nacional lo acompañaban a la "pecera", desde donde ha manifestado en euskera su intención de no contestar a ninguna de las preguntas de las partes y se ha mostrado sonriente hacia la decena de simpatizantes que han acudido a la vista oral.

Por su parte, su abogada defensora Haizea Ziluoga no ha realizado ninguna pregunta "por expreso deseo" de su defendido".

Por esos hechos, ya fueron condenados a 15 años de cárcel en octubre del año pasado, los etarras Idoia Mendizabal y Asier Arzalluz, al comprobar que "decidieron acabar con la vida" del presidente del Grupo Correo, Enrique Ybarra, mediante el envío de un artefacto explosivo a su domicilio de Getxo (Vizcaya).

En el juicio, el fiscal Pedro Rubira sostendrá que "Txeroki" y los dos etarras ya condenados integraban el autodenominado comando "K-Olaia", en homenaje a Olaia Kastrexana, muerta en 2001 en Torrevieja (Alicante) al estallar la bomba que manipulaba.

Los tres, según las conclusiones provisionales del fiscal, acordaron remitir a Ybarra el paquete-bomba, cargado con unos 225 gramos de dinamita Titadyne y con un sistema trampa para que explotara cuando el destinatario lo abriese "y en esu caso, produjera la muerte".

Como remitente, los terroristas colocaron una etiqueta adhesiva con el anagrama de la patronal vasca Confebask y todos los datos de su sede social, que había sido escrita, al igual que la del destinatario, con una máquina de escribir Olivetti que fue hallada en 2003 en el piso que ocupaban los tres terroristas en Amorebieta.

El paquete bomba fue entregado en la empresa de mensajería "Envíos Urgentes 2002" de Bilbao y fue interceptado por la Ertzaintza en la furgoneta de reparto de esta empresa al llegar al domicilio del presidente del Grupo Correo "por la desconfianza que le generó al destinatario".

Dos agentes de la Policía autónoma desactivaron el artefacto y ETA reivindicó este atentado frustrado el 4 de abril de 2002.

"Txeroki" ya fue entregado en septiembre de 2009, también de manera temporal, para ser interrogado en relación a cinco de las veintiún causas que tiene abiertas en la Audiencia Nacional, entre ellas, el atentado de la T-4 de Barajas el 30 de diciembre de 2006.