Vitoria. El lehendakari citará a los nuevos diputados generales de los tres territorios en cuanto tomen posesión de su cargo para discutir sobre fiscalidad, entramado institucional y políticas sociales. Patxi López ya señaló hace meses que tras las elecciones abriría el debate sobre la reforma de los impuestos en Euskadi, y lo hará en un contexto distinto al que ha marcado los anteriores encuentros interinstitucionales entre el Ejecutivo vasco y los poderes forales.
Si hasta ahora las diputaciones, gobernadas por el PNV, ejercían de contrapoder frente al Gobierno socialista respaldado por el PP, el primer encuentro tras los comicios le exigirá a López, como poco, entenderse con dos sensibilidades muy diferentes. Bizkaia será para el PNV, salvo sorpresas Bildu gobernará Gipuzkoa, y en Álava el PNV parece el más adelantado para alcanzar el despacho foral, pero la opción del PP sigue sin descartarse en espera de lo que haga Ezker Batua.
Según la portavoz del Gobierno, Idoia Mendia, López no tendrá problema en reunirse con los representantes de Bildu, los que van a marcar la diferencia de mayor calado con respecto a la situación anterior. "El Gobierno Vasco debe mantener relaciones con todas las instituciones vascas", afirmó Mendia, quien explicó que las reuniones se celebrarán el mismo día, probablemente en julio, pero por separado.
El aterrizaje de Bildu en instituciones tan importantes en lo simbólico y en lo económico como las diputaciones exigirá un esfuerzo de consenso entre partidos con muy diferentes programas en lo relativo a la economía, la protección social y la estructura institucional vasca. Sin embargo, Mendia apuntó que esos tres pilares sujetos a debate, fiscalidad, entramado institucional y política social, son "cuestiones básicas que compartimos".
En todo caso, en materia fiscal, el verdadero meollo de la reunión solicitada por el lehendakari, por cuanto prometió abordar la adecuación de los impuestos a la crisis económica tras a los comicios, la competencia es exclusivamente foral. Al Gobierno le tocará, pues, exponer sus sugerencias sobre la mejor manera de retocar la estructura de los impuestos en Euskadi para garantizar la prestación de los servicios sociales.
No será fácil poner de acuerdo a PSE, PNV, Bildu, y quizá el PP. La coalición abertzale ya dejó claro durante la campaña que apuesta por subir el impuesto de sociedades, recuperar el de patrimonio y elevar los tributos a las rentas más altas, propuestas que, si no chocan frontalmente con los postulados del PSE, sí lo hacen con sus socios del PP y probablemente con el PNV. Los tres partidos apoyaron en su día la reducción del tributo a las empresas.
"Reasignaremos el dinero que se quieren gastar en infraestructuras absurdas, irresponsables e insostenibles, y lo invertiremos en crear empleo y bienestar social", afirmó durante la campaña el candidato a diputado general de Gipuzkoa por Bildu, Martin Garitano, frente a las ruinas de la empresa Porcelanas Bidasoa. En Barakaldo, Oskar Matute, representante de Alternatiba en Bildu, calificó de "especialmente vergonzosa la supresión del Impuesto sobre el Patrimonio a instancias del PSOE, el PP y el PNV".
En cuanto al entramado institucional, habrá que ver de qué manera concilia Bildu en su reunión con el lehendakari su apuesta por un marco nacional para Euskal Herria con la realidad que se encontrará al frente de la Diputación guipuzcoana.