MADRID. Un grupo de unos 200 "indignados" que han pasado la noche en las proximidades del Congreso permanece concentrado en la zona a esta hora para dirigir sus protestas a los diputados cuando lleguen a la Cámara para participar en el Pleno que hoy vota la reforma de la negociación colectiva.
Los manifestantes, la mayoría de ellos jóvenes, han comenzado a recoger sobre las seis y media de la mañana su improvisado campamento, con mantas y esterillas que les aislaban del suelo, mientras que un coche particular se ha acercado para repartirles café.
La Policía Nacional mantiene las barreras de vehículos instaladas anoche para impedir que los jóvenes lleguen a la sede del Congreso en la Carrera de San Jerónimo a la celebración de la sesión de control del Gobierno a la que asistirá el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
El control de acceso a la calle del Congreso es muy estricto y desde la Plaza de Neptuno la policía impide el acceso a la zona salvo que se justifique que se tiene que pasar.
El cordón policial se encuentra instalado al inicio de la Carrera de San Jerónimo, de manera que los manifestantes se encuentran en la esquina del Hotel Palace y en la entrada del aparcamiento de las Cortes, lo que impide el paso de los vehículos que tienen que dar una vuelta y entran por otro acceso, pasando por delante de los manifestantes, que pitan cuando piensan que en el interior del coche viaja algún diputado.
Los "indignados" han instalado una pancarta de lado a lado de la calle en la que se lee la palabra "respeto" y en tono festivo lanzan consignas como el ya reiterado "que no, que no, que no nos representan", "fuera, fuera", "esta crisis no la pagamos", o "diputado el que no bote".