Vitoria. Las divergencias en el seno de Ezker Batua que se pusieron de manifiesto en las constitución de las Juntas Generales de Álava -con el apoyo, luego negado, al PSE para facilitarle el segundo puesto de la Mesa a cambio de la cesión de un procurador- han estallado. A última hora de la tarde de ayer, un comunicado firmado por una tercera parte de la dirección de este partido en Álava explicitaba las divergencias que sacuden actualmente esta formación.
En un escueto texto de apenas 20 líneas, Violeta Blanco, Manuel Bravo, Nuria Buesa y Javier Setién rechazaban las "actuaciones y decisiones" de las representantes de este partido en la Cámara alavesa -Nerea Gálvez y Mertxe Etxezarreta- y aclaraban que la decisión de pedir "prestado" un juntero para formar grupo propio fue una decisión "personal de las junteras y ni siquiera se ha debatido en esta dirección territorial". En el primero de tres puntos destacados reafirman su apuesta por que todos los grupos tengan representación en la Mesa del Legisltativo alavés, "siempre que no se excluya a ninguno" y que ésta "sea proporcional a los votos obtenidos". Asimismo, recuerdan a sus compañeras que "no se representan a sí mismas". En este mismo sentido, añaden que el "espectáculo de cambio de cromos debe ser desterrado de nuestra organización y no volver a caer en los errores de nuestra historia más reciente".
Los firmantes también ponen de manifiesto que no se ha acordado aún ninguna postura en relación al posible apoyo al candidato jeltzale Xabier Agirre para que encabece la Diputación foral, aunque "el sentir mayoritario es no entrar en pactos de gobierno que desfiguren nuestro perfil político".