BARCELONA. Boada ha conseguido entrar, como han hecho otros diputados de la cámara, entre abucheos, algún momento de tensión y escoltado por un fuerte cordón policial, aunque los manifestantes han conseguido pintarle la nuca con el spray.
Otros miembros de su partido también han sido increpados, y al secretario general de ICV, Joan Herrera, que iba acompañado de Jordi Miralles, le han tirado una piel de plátano.