vitoria. El Movimiento del 15-M sigue latiendo en el corazón de Vitoria, aunque en breve dejará de hacerlo amparada por los iglús que hasta ahora han albergado la acampada de la Virgen Blanca.

Los miembros de esta plataforma, que reclama un sistema más participativo y transparente que favorezca el renacimiento de una democracia plena en la que los ciudadanos dejen de ser meros gobernados para empezar a ser tenidos en cuenta en la acción institucional, siempre han sido conscientes de que la ocupación física y continua de la plaza era sólo parte de una primera fase y de que ahora deben evolucionar.

Ayer sometieron el cómo hacerlo a debate reunidos en asamblea y al filo de la medianoche decisidieron que mañana será la fecha clave para que los acampados desocupen la Virgen Blanca.

En cualquier caso, una cosa está clara: que se levanten los campamentos no significa ni mucho menos que este movimiento vaya a disolverse. De hecho, sus integrantes siguen empeñados en favorecer que los ciudadanos se conviertan en el Pepito Grillo de los gobernantes agitando sus conciencias; impulsando que participen en la vida política que tantas veces han terminado sintiendo como ajena y que alcen su voz para hacer que los políticos se sonrojen ante la crítica social cada vez que se sobrepasen o actúen en su contra o sin contar con ellos.

recibimiento a maroto En este sentido, mientras perfila sus primeras conclusiones, la Acampada Gasteiz ya ha tomado una decisión: recibir a los nuevos inquilinos del Ayuntamiento de Vitoria con una paraguada bajo la que, vestidos una vez más del amarillo que se ha convertido en su santo y seña, se refugiarán para transmitir a los futuros gestores que no deben olvidar la que está cayendo, que será precisamente el lema tras el que esperan concitar el máximo apoyo social en un mensaje que no será contra nadie sino por todos. "Ni contra el PP, ni contra Javier Maroto, porque no somos de izquierdas ni de derechas y hubiéramos transmitido el mismo mensaje a quien hubiera ganado el 22-M: que nos debe tener en cuenta", aclaran sus miembros.

La paraguada tendrá lugar el sábado a la una del mediodía coincidiendo con la toma de posesión de la nueva Corporación, y más allá de este acto, Acampada Gasteiz baraja ya las alternativas a través de las que seguirá trabajando en el futuro.

el futuro A falta una vez más de que los vitorianos se pronuncien sobre ellas en asamblea, la experiencia de las otras acampadas que se han organizado a lo largo de todo el Estado -que han llegado a ser más de 50- ilumina el camino que el movimiento podría seguir en la capital alavesa. En ciudades como Ávila o Soria, donde ya se han levantado las acampadas -Sol plantea hacerlo este domingo-, se ha acordado con las instituciones dejar instalado un punto de información que mantenga viva la vía de contacto a pie de calle entre los ciudadanos interesados en participar del día a día del movimiento del 15-M. Además, se baraja la posibilidad de pedir un local a los ayuntamientos para seguir desarrollando las actividades de las diferentes comisiones sin ocupar parte del espacio público; algo que en todo caso no supone renunciar a la vocación ya convertida en realidad durante estas semanas de devolver a las plazas públicas la función de foro, de ágora abierta al debate público, que tuvieron en Grecia en los albores de la democracia.

En este sentido, el próximo 19 de junio se ha convocado una de movilización en todo el Estado que en Vitoria está por decidir si se refleja en una concentración como las ya vividas en la Plaza de la Virgen Blanca o en los Fueros. o en una marcha como la que ya recorrió la capital durante la jornada de reflexión.

Sea como sea, el 15-M seguirá latiendo en Vitoria para recordar tan pacífica como constantemente a los poderes fácticos que otra forma de vivir la democracia es posible.