PEKÍN. Una de las últimas activistas chinas que ha sido detenida durante tres meses es la abogada Li Tiantian, oriunda de Shanghai, que el pasado 24 de mayo recuperó su libertad. Li en un principio dijo que no contaría detalles de su desaparición, pero cuando descubrió que la policía había hostigado a su novio y sus familiares decidió contar más detalles en su cuenta en Twitter.
La abogada rompió su silencio y explicó detalles de su arresto, por estar involucrada en la recolección de la gente para alterar el orden de la sociedad, sin embargo, en el aviso que le dieron no estaba claro el crimen. "El tipo de miedo que puedes describir es pequeño, mientras que el tipo de miedo del que no puedes hablar es el mayor", ponía uno de sus posts a finales de mayo. Para Li, lo más intolerable de su arresto fue "el cuarto oscuro, no sólo físicamente, sino también espiritualmente". Se trataba de una habitación muy oscura sin ventana, que al levantarse le hacía sentirse loca y de donde le daban deseos de salir tan pronto como fuese posible. "Ahora no me importa nada más, cuando yo estaba allí, tuve que guardar silencio, quería salir y tenía miedo de ellos, pero cuando salí, hay muchas cosas que han hecho que no siga callada más tiempo", dice Li. "Están haciendo lo mismo que durante la Revolución Cultural, haciendo que las familias y los amigos de las personas se alejen. Me juzgaron en frente de mi novio como basura", lamenta.