Al menos 36 personas perdieron ayer la vida en dos atentados perpetrados contra una mezquita y un hospital de Tikrit, a unos 190 kilómetros al norte de Bagdad. Diecinueve personas murieron y otras 70 resultaron heridas por la explosión de un artefacto cerca de una mezquita cuando los creyentes salían del templo, ubicado en el centro de la ciudad, tras efectuar el rezo musulmán del viernes. No fue el único atentado que sufriría la población iraquí. Horas después, otras diecisiete personas perdían la vida y decenas resultaban heridas en un nuevo atentado en Tikrit, en esta ocasión contra un hospital en el que se encontraban ingresadas buena parte de las víctimas del primer atentado. Un suicida activó la carga explosiva que llevaba adosada al cuerpo tras situarse en medio de los familiares que visitaban a los pacientes recientemente hospitalizados.
