DONOSTIA. "Que nadie manipule mis compromisos con la ciudad", clamaba ayer el alcalde en funciones de Donostia, Odón Elorza, en facebook. El enfado del cabeza de lista de la segunda fuerza más votada de la capital se debía a la diferencia de pareceres sobre su tan anunciada promesa electoral de "respeto a la lista más votada por la ciudadanía". Solo que, tras la derrota electoral del domingo, ahora le añade matices, para evitar que el ciudadano de a pie se vea manipulado por los maquiavélicos medios. "Para que la lectura sea completa, total y en su contexto".

La versión que maneja ahora quien durante dos décadas ha ostentado la Alcaldía de Donostia es que siempre habló de respetar la lista más votada "con referencia al PP y al PNV". Más aún: "Este principio debería de haber sido recíproco y nadie lo aceptó". Y los medios, manipuladores ellos, sin querer verlo.

La promesa que agita la polémica se encuentra en el Decálogo de medidas para favorecer la honestidad y la transparencia democrática (disponible en su propia página web). El punto dos de este documento reza literalmente: "Respeto a la lista más votada por la ciudadanía. Por mi parte, anuncio que solo aspiraré a la Alcaldía si somos la lista más votada. Otros no dicen lo mismo porque piensan en el pacto PP-PNV".

Encajar los nuevos matices aportados ahora por Elorza en semejante declaración de intenciones se le hará difícil hasta al más avispado de los ciudadanos. A pesar de leer el texto cargados de buenas intenciones, dar con el principio de reciprocidad se hace harto difícil. Y la única "referencia" a populares y jeltzales es más bien jactanciosa.

Sin embargo, el nuevo pack de matices aportado por Elorza aporta aún otro elemento más: el referido a Bildu. Su compromiso, afirma ahora, se hizo "antes de la positiva decisión del Tribunal Constitucional sobre Bildu". Es decir, que si los de Bildu juegan, la promesa ya no vale. También cuesta horrores encajar dicha cláusula adicional en el punto dos del su tan aireado Decálogo de medidas.

Más aún, a pesar de carecer de intención alguna de manipular, un casual repaso a la hemeroteca sirve para echar por tierra el nuevo "matiz" aportado por Elorza. El 13 de mayo, una semana después de la decisión del Constitucional, Elorza aseguraba en una entrevista a este diario que "no tenía ninguna duda" de que no iba a ser alcalde de Donostia si el PSE no conseguía ser la fuerza más votada. Y, el mismo día, en la revista Tiempo, reiteraba: "No pactaré con nadie para quitar la Alcaldía a la que fuera la lista más votada, es el compromiso público". ¿Automanipulación?

En la presentación de su campaña electoral, decía Elorza que "la credibilidad de la política está bajo mínimos y hace falta transparencia y claridad". Añadía que la falta de confianza en los políticos "es cada vez mayor". Sus promesas electorales cargadas de matices inescrutables, todo sea dicho, tampoco es que ayuden demasiado.