Vitoria. Trebiño vuelve a aparecer en el centro de la diana electoral. Que el enclave pertenezca administrativamente a Burgos no impide que los acontecimientos que allí se desarrollan lleguen con fluidez e interés a oídos de los alaveses, mucho menos durante estos días, en los que los principales partidos nacionalistas han retomado con fuerza la reivindicación de que debería convertirse en la octava cuadrilla de la provincia. Un protagonismo que se acrecienta, también, por la dispar oferta de la que dispondrán sus habitantes en las urnas, inédita hasta los presentes comicios, y que dibuja un escenario postelectoral difícil de predecir.

El PNV se desplazó el pasado sábado hasta Trebiño para reivindicar su integración en Álava y con la intención de captar adeptos en un terreno donde no ostenta ninguna concejalía. Xabier Agirre, candidato a la reelección como diputado general, abogó allí por cumplir el "compromiso ético y moral" del ente foral con los treviñeses frente al "parón" que sufre el proceso de integración, achacable a los gobiernos de Burgos, Castilla y León y Madrid. Sólo un día después, la coalición Bildu apeló a la incorporación de Trebiño en un proceso de paz y normalización política como única vía para alterar su situación actual, al tiempo que responsabilizaba a los jeltzales de no haber realizado hasta el momento los esfuerzos suficientes.

A día de hoy, los ayuntamientos de los dos municipios del enclave muestran un equilibrio de fuerzas bien diferente. Mientras los partidarios de la adhesión a Álava ganan por abrumadora mayoría en Lapuebla de Arganzón -cinco concejales de dos agrupaciones independientes y uno de ANV frente a sólo uno del PP-, en el de Condado de Trebiño gobierna el PP con el apoyo de los socialistas. En la oposición, tres ediles de la Agrupación Electoral Independiente de Trebiño, que apoya la anexión, y otro de ANV, sólo suman un edil menos que populares y socialistas. En los presentes comicios, a estas fuerzas -Bildu en el lugar de ANV- se unirán también los jeltzales y un nuevo grupo, Ciudadanos del Condado, que ha excluido de su programa cualquier referencia a la dependencia territorial del enclave. Por contra, centrará su programa en acabar con la "mala gestión" que, a su juicio, se está llevando a cabo al frente de este Consistorio.

Con la cercanía de los comicios como telón de fondo, las referencias a la mala praxis política de algunos candidatos a la Alcaldía de Condado de Trebiño han comenzado a correr como la pólvora por el municipio. Ciudadanos del Condado sitúan en su punto de mira a la actual alcaldesa y candidata a la reelección, la popular Inmaculada Ranero, que ha dado luz verde a la petición de un crédito de 300.000 euros para el municipio "con un destino que no está nada claro". Lo hizo en plena campaña, el pasado día 6, aunque lo que más preocupa al nuevo colectivo es que puede "hipotecar" unas arcas municipales marcadas por la austeridad. El tiempo y, sobre todo, los resultados electorales marcarán el devenir de un enclave en el candelero.