vitoria. El día 22 la ciudadanía alavesa elegirá a sus dirigentes municipales y forales para los cuatro próximos años. Pero el PNV está convencido de que la oferta electoral de ambas formaciones no es sino un trampolín para alcanzar su verdadero objetivo: La Moncloa. Así lo expresó ayer el presidente del Euzkadi Buru Batzar, Iñigo Urkullu, quien equiparó los comicios de la semana que viene con una "meta volante" en el caso de los populares y un "termómetro en la pugna sucesoria interna" en Ferraz.
Estas críticas no fueron óbice para que el dirigente jeltzale mostrara la disposición de su partido a buscar acuerdos para acabar con los "pactos cerrados" y atenuar los dramáticos efectos que la crisis y, sobre todo, la falta de empleo está provocando. Urkullu demanda un trabajo común de los partidos en la búsqueda de soluciones. En el caso de Álava, los representantes del PNV en ese hipotético foro negociador serán Gorka Urtaran y Xabier Agirre, quienes recibieron ayer en una abarrotada carpa erigida en la Plaza Nueva el apoyo de su jefe de filas para convencer a la ciudadanía de que ellos lideran las mejores bazas municipales y forales que se presentarán en las urnas.
Al igual que Urkullu, el actual diputado general y candidato a la reelección dibujó un escenario en que sólo dos son las opciones reales que resultarán del recuento de votos: el binomio PSE-PP, en una supuesta ampliación del pacto del Parlamento Vasco a las instituciones locales y forales, y la propuesta jeltzale. En el primer caso, Agirre se mostró convencido de que la sociedad alavesa rechaza esta alianza e incluso agregó que muchos de los propios votantes de los socialistas liderados por Txarli Prieto tampoco comulgan con la fórmula patentada por López y Basagoiti.
En el ámbito municipal, al menos en el que se refiere a la capital alavesa, los mensajes son semejantes. El PNV busca recoger los suficientes votos como para aumentar el margen de maniobra en las negociaciones postelectorales ante la posibilidad de que los otros dos grandes partidos en este territorio unan sus fuerzas. Pero en Vitoria el PP parece el enemigo a batir para los jeltzales. Al menos así se desprende de las palabras de Urkullu, que acotaba las alternativas de voto para los habitantes en esta ciudad en la oferta de los populares y la del PNV. "Gorka o Maroto. He ahí la cuestión", expuso de forma shakespeareana omitiendo al actual alcalde y candidato a la reelección por el PSE, Patxi Lazcoz.
"sin programa" Desde el atril de oradores, Urtaran mostró su sorpresa -reiterada más tarde por Urkullu- ante la "falta de programa electoral" de los socialistas alaveses, quienes aún no han facilitado la redacción de sus proyectos en el ecuador de la campaña. No fue la única crítica a PSE y PP, los dos partidos que han ocupado la Alcaldía de Vitoria a lo largo de los últimos doce años. Un tiempo de "deriva" para la política municipal, en opinión del alcaldable peneuvista, que Urtaran quiere zanjar con un Gobierno local destinado a dotar a Gasteiz de sostenibilidad, tanto en los aspectos políticos, económicos como sociales.
"El pacto PSE-PP no aporta nada a Vitoria-Gasteiz, en todo caso lo que hace es quitar", censuró Urtaran, quien afeó al lehendakari por tener el "tupé político" de afirmar que los anteriores gobiernos autonómicos no trataron a la capital alavesa de la forma que se merece.
El mitin central de campaña también llevó al atril de oradores al número dos de la lista vitoriana para la Juntas Generales, Pedro Elosegi, quien optará a la Presidencia de esta institución y, por primera y única vez en campaña fuera de Agurain, a Iñaki Beraza, miembro de Hamaikabat que, a diferencia de los demás territorios, concurrirá en Álava de forma conjunta con el PNV.