madrid. Los tres diputados de la Asamblea de Madrid imputados en el caso Gürtel, Alberto López Viejo, Benjamín Martín y Alfonso Bosch, renunciaron ayer a sus escaños con el fin de que no se utilice su presencia en la Cámara como "argumento electoral", según indican en su escrito de renuncia. Sin embargo la realidad es que los tres imputados han adoptado esta decisión más de seis meses después de abandonar el grupo popular y convertirse en diputados no adscritos, aunque apoyando desde fuera la acción del Gobierno de Aguirre. La mandataria madrileña, que había pedido formalmente su renuncia al escaño, salvaba así las formas sin perder apoyos.
Este hecho es el que explota el PSOE. Su secretario general en Madrid y candidato a la Presidencia de la Comunidad, Tomás Gómez, aseguró que la renuncia de los diputados responde a "instrucciones del PP para favorecer alguna estrategia judicial y mantener el engaño de la señora Aguirre". A su juicio, estos tres parlamentarios "han respondido estrictamente a las instrucciones del partido en todo momento" como cuando había que votar en la Asamblea de Madrid, o cuando "no abandonaban su escaño en la Cámara". " Y ahora seguramente para favorecer alguna estrategia judicial han dejado su acta también, estoy convencido, respondiendo a las instrucciones del PP", ha remarcado.
La clave podría estar en que los tres están imputados en el caso Gürtel por haber recibido presuntamente cientos de miles de euros en dinero negro de las empresas de Correa. Al renunciar a su condición de aforados, su situación procesal pasaría del TSJM a la Audiencia Nacional, con lo que el proceso se dilataría.