BUDAPEST. Cientos de personas de raza gitana han huido de Gyongyospata, una localidad del norte de Hungría, por miedo a ser atacadas por un grupo de vigilancia de extrema derecha que ha instalado un campo de entrenamiento en la zona para realizar ejercicios. Este grupo, llamado Vedero (Fuerza de Defensa), aseguró que no pretende provocar a los gitanos.
Sin embargo, la tensión aumentó en Gyongyospata, situada a unos 90 kilómetros al este de Budapest, el pasado mes de marzo, cuando unos 2.000 hombres uniformados desfilaron por un barrio de chabolas donde viven gitanos.
El líder del Movimiento por los Derechos Civiles de los Gitanos, Aladar Horvath, acusó al Gobierno de no tomar medidas suficientes para proteger a las familias gitanas.
Según Horvath, 276 personas fueron trasladadas el viernes a un campamento juvenil de Budapest y a otro lugar del este de Hungría. "Hemos pedido a la Cruz Roja que nos ayude a evacuar a estas personas", declaró Horvath.
"Tienen miedo y quieren estar seguros durante las vacaciones de Semana Santa", añadió. En su opinión, "que la Fuerza de Defensa lleve a cabo unos juegos de guerra en Semana Santa va más allá de lo que cualquiera pueda imaginar".
Alrededor de 400 policías húngaros tomaron la tarde del viernes el pueblo de Gyöngyöspata, una localidad de unos 2.800 habitantes en el norte del país, después de que las agencias internacionales denunciasen que varios cientos de gitanos estaban huyendo en autobuses de un grupo paramilitar.
Varios miembros de la formación de extrema derecha, incluido su líder, Tamás Eszes, fueron detenidos y, tras los interrogatorios, el portavoz del Gobierno húngaro, Peter Szijjarto, ha desmentido que se haya producido cualquier amenaza contra los gitanos.
"La salida en autobuses de la Cruz Roja hacia Budapest no tenía nada que ver con ataques a los gitanos, sino con una excursión programada hacía tiempo para el Viernes Santo", aclaró.
"Los informes sobre una evacuación de emergencia son una completa mentira", desmintió, para exculpar al grupo paramilitar Vedero (Fuerza de Defensa), que realizaba un encuentro de fin de semana cerca del citado pueblo y durante el que pretendía realizar maniobras. Unas maniobras parecidos sembraron el miedo el pasado mes de marzo, cuando unos 2.000 hombres portando banderas ultraderechistas desfilaron por las calles de un barrio gitano intimidando a la población.
Esta vez, al parecer, Vedero tenía previsto realizar unas maniobras similares a entrenamientos militares. La fuente de la que partían las noticias de evacuación difundidas el viernes era el dirigente del Movimiento por los Derechos Civiles de los Gitanos, Aladar Horvath. Cabe destacar que el Gobierno de Hungría no ha conseguido todavía integrar a la población gitana, cuyos miembros perdieron sus empleos en masa con la caída del sistema comunista. Una generación entera de gitanos ha crecido sin saber lo que es trabajar de forma regular, y muchos acaban en la cárcel.