durango. Buena parte de la alocución de Patxi López, que rayó la media hora de duración, estuvo dirigida a trasladar la idea de que los enfrentamientos identitarios se han rebajado desde la llegada hace dos años de los socialistas al Gobierno vasco. "Recuperar las verdaderas líneas de identidad de Euskadi" ha sido su labor, explicaron, una tarea en la que se ha afanado intensamente en imponer con sus matices el gobierno del cambio. Y a la vista del balance que efectúan desde las filas socialistas, han sacado buena nota. "Se han roto las fronteras de las identidades enfrentadas", evidenciaron, "recuperando las señas de identidad" del país.

Pero el multitudinario acto de ayer volvió a mostrar la cara más vasquista del PSE. Ejemplos hubo varios, y evidentes. Ondearon muchas ikurriñas entrelazadas con las de la propia formación, un aurresku ejecutado por una mujer -hecho que Zapatero no dudó en ligar con las políticas por la igualdad de su ejecutivo- dio inicio al acto, y el txistu y la txalaparta se escucharon entremezcladas con una atronadora música más propia de una discoteca.

"Lehendakari aurrera!" fue la frase utilizada por el candidato a diputado general de Bizkaia, José Antonio Pastor, para dar paso a Patxi López, quién saludó en euskera -con apenas tres frases- a los 5.500 militantes socialistas que se dieron cita ayer en la feria de muestras de Landako, en la "Bizkaia del interior" que es Durango. A partir de entonces la lengua vasca no se volvió a escuchar durante el acto.

En las primeras filas del público estaba la plana mayor del PSE, "un partido de 125 años de historia siempre comprometido con Euskadi", evidenciaron los oradores. Consejeros del Gobierno vasco, miembros de la Comisión Ejecutiva y los alcaldes de los principales municipios vascos con sello socialista siguieron atentamente las proclamas de Patxi López. Pero fue el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, el que más aplausos de los simpatizantes recopiló durante toda la mañana. Acogido bajo los gritos de "presidente, presidente" al principio del mitin y cuando tuvo que tomar la palabra, vivió ayer su última Fiesta de la Rosa vasca como jefe de estado y fue elogiado por el lehendakari y por Pastor en múltiples ocasiones, sonando incluso a despedida.