Madrid. Un testigo protegido declaró ayer en el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional contra dos miembros del comando Bizkaia de ETA por la muerte a tiros en 1983 en un garaje de Bilbao de un teniente y un cabo de la Policía Nacional, y de la mujer embarazada de este, que vio cómo ejecutaban a quemarropa a dos personas en el suelo.

"Vi que había dos cuerpos en el suelo y que los estaban rematando", recordó este testigo en el juicio que se celebró ante la sección segunda de la sala de lo penal de este tribunal contra Juan Manuel Inziarte Gallardo, Jeremías, y Félix Esparza Luri, Iñaki, para quienes la Fiscalía solicitó 101 años de cárcel para cada uno.

Ambos acusados negaron su participación en los hechos sucedidos el 4 de mayo de 1983, alegando Jeremías que se encontraba en Managua e Iñaki que estaba en Biarritz. Según explicó el testigo protegido, él se disponía a salir del garaje sobre las ocho de la mañana de la mencionada fecha, cuando observó por el retrovisor de su coche los destellos de un tiroteo después de haber visto pasar al cabo y a su mujer por detrás de su vehículo. Para cometer el atentado, los dos acusados, junto con Enrique Letona, Masillas, José Félix Zabarte, Juan Luis -que ya han sido condenados por estos hechos- y otros dos individuos apodados Endika y Sebas, robaron un coche y secuestraron a su conductor antes de dirigirse al garaje donde el teniente Julio Segarra guardaba su vehículo. El propietario de ese automóvil señaló en la vista que un hombre cogió su vehículo después de identificarse como integrante de la organización armada y de amenazarlo con una pistola.

"Me apuntaron, me dijeron que eran de ETA y que les hacía falta el coche", recordó ayer este testigo. También declararon como testigos Letona y el activista Sebastián Etxaniz, que negaron conocer los hechos a pesar de haber declarado sobre los mismos con anterioridad.

Por su parte, uno de los guardias civiles que testificó aseguró que al ser detenido Letona comentó que le había parecido "una salvajada" que Esparza Luri rematara con dos disparos a María Dolores Ledo García, la mujer embarazada de 31 semanas esposa del cabo Pedro Barquero.