Madrid. Sin ti no soy nada es una canción de Amaral, que resume, según el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, lo que le pasa al diputado del PP, Ignacio Gil Lázaro, cuando no puede preguntarle en el Congreso sobre el caso Faisán. El dirigente popular no ha podido hacerlo en las últimas tres semanas, debido a la convalecencia del ministro, de ahí que ayer retomase el asunto y le volviese a preguntar sobre quién es el responsable político máximo del supuesto chivatazo a ETA que se produjo en ese bar de Irun el 4 de mayo de 2006.
Rubalcaba le pidió ayer que se "esmere más" en las preguntas porque es la misma que le realizó hace un año y, por escrito, hace un par de meses, pero Gil Lázaro lo justificó asegurando que en ninguna de las ocasiones le ha contestado. La pregunta le sirvió al diputado popular para recomendar al ministro que "no haga planes a muy largo alcance porque la Justicia se le puede aparecer en cualquier momento, en el mas inesperado". Y es que Gil Lázaro cree que el chivatazo demuestra que Rubalcaba cree que en "el ejercicio del poder todo vale" y que por eso "está metido en un callejón sin salida". Rubalcaba volvió a denunciar las "infamias" del PP en este caso y le recordó el mensaje que le envió durante su convalecencia, en el que le pedía que se recuperara pronto para ver si iba enseguida a responder a sus preguntas. "Que sería de usted sin mí y sin el caso; es como la canción de Amaral, Sin ti no soy nada, concluyó el ministro.