vitoria. "A iguales conculcaciones de los derechos humanos, iguales derechos". Ésa es la máxima bajo la que ayer se presentó Argituz ante los integrantes de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco, a los que pidió profundizar en la búsqueda de una visión "integral" de la situación de todos aquellos ciudadanos vascos que se han visto afectadas por la violencia, viniera ésta "de donde viniera".

La de ayer se puede considerar la puesta de largo de esta asociación pro derechos humanos que llevaba preparando las bases de su trabajo desde el año 2009. En ellas, una idea se muestra como guía de los pasos que está llamada a dar en el futuro: sólo un trato "equitativo" de todas las víctimas, que se refleje en una plasmación realmente igualitaria de su derecho a la "verdad, justicia y reparación" contribuirá a cerrar definitivamente la "fractura" generada en la sociedad por tantos años de violencia. Y, para andar este camino, qué mejor referencia que pasar todas las conculcaciones de derechos por el tamiz del marco que delimita el Derecho Internacional, eludiendo así las tentaciones de parte que pudieran tener los Estados.

Así lo expresaron ayer dos de los principales representantes de Argituz, Carlos Martín Beristain y Andrés Krakenberger, ante los miembros de la comisión parlamentaria. En su exposición, recordaron que en Euskadi han existido "diferentes terrorismos" y se han producido "otras víctimas de graves violaciones de derechos humanos" que, en un ámbito tan políticamente "polarizado", aún no han sido convenientemente reconocidas.

víctimas "de segunda" A juicio de Argituz, la "categorización" de las víctimas que las divide según quién haya sido su victimario alimenta el riesgo de que queden "estigmatizadas", o lo que es más grave, "manipuladas" y divididas entre víctimas de primera y "de segunda" clase.

En este campo, Argituz sitúa a quienes fueron damnificados de actos violentos cometidos por personas "no adscritas a ninguna sigla", sean éstas las de ETA, o las del GAL, el Batallón Vasco-Español,... Para todas ellas plantea la necesidad de que el Estado afronte una investigación a fondo de todas las vulneraciones de derechos humanos que le lleguen "teniendo en cuenta" amenazas como la de la tortura, sobre cuya "dimensión real" cree que aún no se ha hecho "una evaluación" suficiente y objetiva. "Las últimas sentencias del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo tocan precisamente ese núcleo porque, mientras el Estado y parte del espectro político niegan esta casuística, y otra parte hace un uso partidista de ella, plantea sólo la necesidad de investigar exhaustivamente cada caso, sin más", explica Krakenberger a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.

Para corregir estas asimetrías, Argituz espera que la "empatía" se imponga en el trato de todas las víctimas evitando "competiciones entre ellas". Y a eso se apresta desde ahora para, con el derecho internacional en la mano y aprovechando la incipiente esperanza de paz a la que espera contribuir con su trabajo, generar una cultura de reconocimiento integral del dolor causado por la violencia que ayude a cerrar definitivamente todas las heridas.