MADRID. El fiscal Antonio Narváez ha defendido ante la Sala del 61 del Tribunal Supremo, órgano encargado de dirimir si Sortu se inscribe en el registro de partidos, que la formación política está cometiendo "un verdadero fraude de ley y un abuso de derecho" al "cumplir aparentemente" el canon de legalidad pero no "aceptar materialmente" sus planteamientos. "El hábito no hace al monje", ha destacado.

"El perfecto fraude de ley y el perfecto abuso de derecho es aquel que no es posible detectar", ha subrayado el fiscal en su turno de conclusiones, durante las que ha remarcado que "el problema" no radica en que los promotores de Sortu tengan una determinada ideología, sino en que "no ha soltado amarras con ETA". "No estamos hablando de un nuevo escenario sino de algo que todavía está sujeto a los planes de ETA y de Batasuna".

A su juicio, la nueva marca de la izquierda abertzale "no se ha desligado" de la banda terrorista y ello lo prueba el hecho de que hasta que la organización no emitió el comunicado en el que anunciaba el pasado 10 de enero un alto el fuego general, permanente y verificable, no se constituyó el partido. "Los silencios hablan a veces más que las palabras".

En cuanto al rechazo a la violencia de ETA, ha comentado que "lo importante no es el humo sino el fuego", para poner de relieve que a pesar de las apariencias lo verdaderamente relevante es que "Sortu no ha soltado amarras" con la organización criminal.

INTERRELACIONAR CON EL CONTEXTO

Con todo, el representante del Ministerio Público ha pedido a los 16 magistrados que integran la Sala que "interrelacionen" la presentación de los estatutos de Sortu con el contexto de alto el fuego, un contexto por el que se exige "una mención específica" a la banda terrorista por parte de esta fuerza política y, en cambio, no a otras como Aralar o EA.

En definitiva, ha subrayado que los representantes de Sortu sólo están cumpliendo con "el ropaje formal de una aparente ruptura" y ha puesto de relieve "la existencia de una organización terrorista en la sombra que es ETA".

Antes, ha esgrimido varios documentos intervenidos por las Fuerzas de Seguridad para motivar que "no existe tal ruptura" entre Batasuna y ETA sino que se hace patente "un paralelismo claro" entre ambas iniciativas.

Entre ellos, ha destacado el documento que aborda la necesidad de afrontar un proceso democrático elaborado por ETA en agosto de 2009 que permiten establecer "un marco premonitorio de lo que iba a suceder después", el denominado 'Zutik Euskal Herria', los escritos remitidos por Batasuna al colectivo de presos etarras, los comunicados de la banda; el titulado 'Clarificando la fase política'; o la entrevista publicada en septiembre del pasado año a ETA. Todos ellos evidencian que el rechazo a la violencia se hace por una cuestión de "estrategia" y "no una posición de principios".