Un niño de doce años falleció ayer durante la carga policial contra una manifestación opositora en la ciudad yemení de Mukalla, en el sur del país. Al menos otras dos personas más murieron en el marco de las manifestaciones y cuatro soldados yemeníes por un ataque de milicianos de Al Qaeda. La segunda víctima fue alcanzada por un disparo de bala en la capital, Saná. Inicialmente, se informó de la muerte de un joven y de cientos de heridos durante otra carga en Saná. La tercera víctima fue un hombre que observaba las protestas desde la ventana de su oficina, que fue alcanzado por una bala perdida. Los militares viajaban en un vehículo patrulla en el valle de Dowen, en la provincia de Hadramout, cuando fueron atacados por los milicianos de Al Qaeda.