madrid. El juez Baltasar Garzón calificó ayer ante el Tribunal Supremo de "necesaria y proporcional" su decisión de intervenir las conversaciones que los supuestos responsables de la trama Gürtel mantuvieron en prisión con sus abogados. Su objetivo era "recuperar las importantes sumas dinerarias" que los imputados mantenían "en la más absoluta opacidad", según informó ayer su defensa.
La declaración de Garzón, realizada a petición propia ante el instructor de la causa, el magistrado del TS Alberto Jorge Barreiro, se prolongó algo más de hora y media sin que pudiera ser preguntado por las partes. El juez reiteró lo manifestado en su primera declaración, que tuvo lugar el 10 de mayo de 2010.
Garzón no hizo declaraciones ni al entrar ni al salir del alto tribunal. Fue más tarde, y mediante una nota de prensa, cuando la defensa del juez suspendido insistía en que, pese a conocer su trascendencia e importancia, Garzón resolvió realizar las escuchas "atendida la gravedad de los delitos que se perseguían y la necesidad de recuperar las importantes sumas".
La defensa insiste además en que en su declaración en el TS Garzón reiteró que tenía indicios que "hacían presumir seriamente que los imputados en situación de prisión continuarían su actividad delictiva valiéndose de sus letrados incluso sorprendiendo su buena fe". El juez suspendido también aclaró que de las conversaciones captadas "se expulsó de la causa aquellos extremos que comprometieran las estrategias de defensa, así como las explicaciones de índole que afectaran a dicho derecho".
negativa En este punto, Garzón solicitó al instructor que procediera a la reproducción de las grabaciones, un extremo al que se negó Barreiro. El argumento es que "es absurdo" adentrarse en su contenido porque no guarda relación con el objeto de la causa pues esas intervenciones fueron declaradas nulas por el TSJ de Madrid.